Capítulo 8

1K 80 13
                                    


Cuando salí de mis clases de etiqueta vi a los chicos de Apolo llevar en una camilla a una niña pequeña, por lo que entendí tenía un estado lamentable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando salí de mis clases de etiqueta vi a los chicos de Apolo llevar en una camilla a una niña pequeña, por lo que entendí tenía un estado lamentable.

Quiron fue con ellos y los ayudo a despejar el camino, mandaría a Lira a investigar que pasó con ella así que camine a mi cabaña a cambiarme por algo más cómodo y tomar una ducha, una caliente pijama de pavo real color morado y una comoda cama me esperaban. Caí en la inconsciencia sin darme cuenta y no sabía cuánto llevaba así.

Los últimos dos días desde  que la pequeña castaña llegó y sólo paseaba por el campamento y tomaba mis clases no fue hasta el día de hoy que había decidido comer junto a todos los semidioses en la mesa de mi madre — ya que había mandado a hacer esa mesa — que paso algo realmente interesante.

Alce la mirada al ver como la pequeña miraba con cariño a todos los campistas y que el fuego de la fogata crecía que tuve una interesante sospecha de su madre divina.

—Salve a Anika Hija de Hestia la diosa de la familia y el fuego del hogar— todos voltearon a verme y reí socarronamente mientras la pequeña ahora hija de Hestia saludaba a todos y se iba a la hoguera a tirar un poco de su comida.

La niña vino a sentarse a mi lado y alce la mirada de mi plato para verla, era una niña muy bonita, pero también curiosa por lo que podía ver.

—Soy Anika Alvarado—se presenta sonriendo con emoción en su rostro.

—Adrianne —digo con la voz un poco menos rasposa, iba practicando y por lo visto esto daba sus frutos.

—Princesa del olimpo, lo se, Quirón y el señor gordo me hablaron de ti — sonrio mostrando unos hermosos y blancos dientes.

—¿Sabes? Si Dioniso te oye decirle viejo gordo te puede convertir en delfin —dije riendo mientras los murmullos de los semidioses se oían de fondo. — Aún no entiendo como mi madre no te calcina —pregunte, pues según sabía si te sentabas en una mesa que no era la tuya el dios o diosa en este caso podría ofenderse.

—Mi mamá pidió permiso, creo, porque Quirón me dijo que podía estar aquí. —batalla con su comida que era una lasaña de carne con verduras y la pequeña no podía cortar su lasaña.

—Lara, ayúdale a Anika con su lasaña antes de que manche su ropa — pide amablemente a la ninfa que asiente ayudando a la pequeña de mejillas rojizas.

La cena paso entre anécdotas de su vida de la pequeña castaña y las miradas indiscretas de los semidioses con dudas sobre las dos hijas de dos iconos del olimpo.Las primeras hijas de Rea y Cronos que pisaban el campamento mestizo.

Lleve a la pequeña a mi cabaña ya que ella aun no tenia cabaña y no tenia problema por compartirla con ella.

—¿Puedo montar un pegaso? —pregunto con su tan jovial voz, negué divertida.

—Creo que aún no, pero cuando tengas más experiencia en eso podrías hacerlo, primero debes aprender a como durar cinco segundos en batalla Anika—dije mientras la ayudaba a caminar entre el montón de semidioses lentos como orugas, pero una más lenta en especial. —¿Sabes rubia? Si eres demasiado lenta para abanzar puedes hacerte a un lado, o mínimo ocultar tu cara para no tener la desdicha de toparme la justamente al frente de mi andar —dije de forma firme y seria viéndola retadora.

—Pues si a su majestad no le gusta puede mandar a construir su propio camino —habla la rubia molesta mientras que su novio el chico pez estaba a su lado.

—Es buena idea, al fin tu cerebro dice algo coherente en mi presencia, digo se que soy hermosa y cautivadora pero no eres mi tipo rubia — reí mordaz mientras la pequeña miraba confundida todo. —supongo que tus hermanos y tu, se encargarán de la construcción y tal honor. —reí y tomo a la hija de Hestia en brazos pasando por donde ella estaba y empujándola.

Hija de Hera [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora