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CAPÍTULO VEINTINUEVE " VE A UN TERAPEUTA "
—DYLILAH EL TIMBRE —LLAMÓ SU MADRE DESDE ARRIBA—. ¿Estás esperando a alguien?
Odiaba cuando su nombre completo "accidentalmente" se deslizaba de la boca de su madre.
—¡No, pero yo iré!
Dylan dejó el disco que tenía girando, asumiendo que era un vendedor por teléfono o alguien que buscaba a su padre que no estaba allí, y pensó que solo tomaría un segundo.
Como de costumbre, estaba equivocada. Dylan debería haber aprendido a dejar de asumir cosas cuando Billy Hargrove estaba involucrado.
—¿Billy? —Ella lo saludó, irritada y confundida a partes iguales.
Dylan miró hacia el pasillo para ver si su madre había bajado las escaleras. Cuando Marsha Holland no estaba a la vista, Dylan salió a los escalones de la entrada y cerró la puerta detrás de ella.
Ella se cruzó de brazos. —¿Qué estás haciendo aquí?
—Uh —jugueteó en el bolsillo de su chaqueta de mezclilla, hacía demasiado frío—. Te traje algo.
Era un paquete de cigarrillos Camel. Casi se rio, ¿qué esperaba? ¿Flores? Dylan extendió la mano y tomó el regalo, metiéndolo en su bolsillo trasero.
—¿Eso es todo? —Ella era muy consciente de lo fría que estaba actuando. Pero ambos sabían cuánto se lo merecía.
—¿Quieres dar una vuelta conmigo?
Ella arqueó una ceja. —Uh, no. Definitivamente no.
Él sonrió con suficiencia. —Entonces, ¿puedo pasar? Estoy seguro de que a la Señora Holland le encantaría conocerme.
Dylan no estaba segura de si había dicho eso solo para molestarla o si su fetiche de mujer mayor se estaba mostrando. No le importaba averiguarlo.
—Vamos, por los viejos tiempos.
Dylan tosió ante su audacia. —Los viejos tiempos no eran tan buenos.
—Vamos.
—Por mucho que me encantaría —dijo Dylan, haciendo que su sarcasmo fuera lo más obvio posible—. Tengo planes.
La ira brilló en sus ojos, pero tan pronto como llegó, desapareció. —Con Steve.
—No, en realidad, con Tina. Pero no veo cómo eso es asunto tuyo.
—Ella es una chica molesta —Dylan abrió la boca para defender a Tina, pero la cerró rápidamente. La chica tenía un corazón de oro pero era indiscutible que era molesta.
