Capítulo 24

23.6K 2.1K 404
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


C A P Í T U L O
"24"

━━━━━━༺ꕥ༻━━━━━━

E V A N I A

Olvidar nunca fue una opción para mi, ahora tener a mi hermano conmigo me hacía recordar esa frase todo el tiempo. Era mi hermano, sí, pero no por eso olvidaría todo lo que tuve que pasar por su culpa ni de todas las cosas que fue capaz de decirme, todos esos recuerdos me dolían pero a pesar de todo debía cambiar de página, Evan en estos momentos también corría peligro y sabía que en cualquier momento nuestros padres no tardarían en encontrarnos.

A pesar de quererlo no podía incluirlo en mis planes a futuro, ya tenía todo planeado y su presencia no sería suficiente para arruinar todo lo que tenía planeado, ya sabía que haría a penas finalizarán los ocho meses aquí. Ahora solo me quedaban seis meses y un poco menos, dentro de poco esos meses se convertirían en días y luego a horas, debía estar preparada para mi salida de la ciudad.

Encariñarme con Marc nunca estuvo dentro de mis planes, pero de cierta manera era lo más cercano a un amigo, era triste caer en cuenta en como la vida me había hecho ser una persona desconfiada, en el fondo desconfiaba de Marc, lo conocía no de hace mucho pero a pesar de eso se había mostrado ante mi como una persona en la cual podría confiar, ¿Por qué simplemente no podía hacerlo?, me era difícil entender que había alguien con la disposición de cuidarme y protegerme.

Por eso odiaba a mis padres, odiaba en lo que me había convertido por culpa de ellos. Ahora con más madurez podía decir que no sentía nada hacía mis padres, el odio que tanto creía sentir ya no estaba, tampoco lo reemplazaba algún sentimiento peor, yo ya no era capaz de sentir algo hacia ellos.

—Iré por algo de tomar.

Evan el día de hoy me había acompañado a la cafetería de la universidad ganándose una que otra mirada de los estudiantes, tenía algunos parches en el rostro que le cubrían las heridas y yo tenía unas vendas en los brazos que cubrían las mías. Eran un poco incómodas pero me protegían para no dañar más mi piel.

Marc hoy faltaría a clases puesto que tuvo que ir a la casa de sus padres que quedaba en Los Ángeles, así que no lo vería sino hasta la semana entrante.

Regresó con dos cafés en su mano, me dejó el mío sobre la mesa y al suyo le dio un sorbo largo disfrutando de su sabor. Lo miré con atención, incrédula al darme cuenta que ahora lo tenía conmigo, enfrente mío, pero aún así sentía una gran barrera indestructible en medio de ambos, no parecíamos hermanos. Eso lo hacía molesto.

Secrets and LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora