No te calles Caleb

Capítulo 40 "CIENTOS DE ESPINAS"

Cass Colby:

Estaba sola en casa con Danae ella se encontraba al otro lado de la casa en su habitación, Jeni se encontraba en una cabaña en el bosque, salí del baño ya con mi pijama puesta, lista para dormir. Después del positivo de Ken, el ambiente en la casa de escape fue raro, así que optamos por contarle todo a Oliver, quien quedo sorprendido, pues no sabía que decir. La pregunta que rondaba en el aire era ¿Quién es el papá? Pero nadie se atrevía a realizar dicho cuestionamiento, casi no hable con Oliver esa noche, pues el tema de Ken acaparo la noche.

Me senté en mi cama, revisando mi teléfono, primero vi mis mensajes si no tenía nada nuevo en los chats de Dylan, o de su mamá.

Unos ruidos en la ventana hicieron que levantara rápido la vista, las ramas de un árbol chocaban en ella. Mierda Cass, déjate de paranoias. Seguí viendo mi teléfono, hasta que de nuevo los ruidos se escucharon. Ya no es mi paranoia, ya está enserio esto, no así comienzan las películas de horror.

—La puta madre —dijo una voz varonil abriendo mi ventana.

¿Pero qué m...?

—Me clavé como 50 espinas en el brazo, no tienen seguridad ya que está roncando, pero tu familia se aseguró que esas espinas fueran mortales para cualquiera que siquiera intentara subir.

—El punto de esas espinas es que nadie suba, ¿qué haces aquí?

—Tengo nueva información y debo hablar contigo de eso. —él entro a mi habitación y yo cerré la ventana. —Dime, ¿conoces algún lugar que tenga que ver con una mariposa?

—¿Mariposa?

—Sí, bueno específicamente con la pupa o algo así. —mi mente no pensaba más que en como tenía su brazo lleno de rayones y con pequeños puntos donde estaban las espinas, lo dirigí a que se sentara sobre mi cama y me dirigí al baño por unas pinzas y un paño con agua.

—La USB tenía un video y una metamorfosis de una mariposa Morpho, además de ello había otras referencias... —él se quejó del dolor mientras yo intentaba sacar las espinas —Mierda Colby, eso duele.

—Cállate, te pueden escuchar. —hale otra espina. Él se quejó nuevamente.

—¿Quién? Si Danae vive hasta el otro lado de la casa, pasando la piscina y estás sola. Las cámaras están desactivadas, nadie me escuchara. —él se volvió a quejar.

—¿Cómo entraste?

—Tu seguridad esta dormida, literalmente, además recordé un lado del barandal que es débil, donde perfectamente puedo entrar, deben contratar otro servicio de seguridad.

—Mierda Sorní, diría que me stalkeas.

—Cualquier policía, incluso principiante notaria eso. Cuando me despidan por hablar contigo, creo que me darás empleo, yo solo te protejo más que esos tres. —dijo sin pensarlo mucho, su rostro se congelo al terminar de pronuncia lo último, creo que analizó lo último.

—¿Me protegerás? —dije irónica. Tomalá Sorní, al fin me burlo de ti.

—Sí, claro, si me pagas —dijo rápidamente, ese comentario me tomó por sorpresa, fuck.

—Bueno, tu no me pagas para sacarte las espinas —dije levantándome sin terminar el trabajo, él me vio en silencio. —Así que te quedaras con esas dentro de ti.

—No, quítamelas por favor. —yo reí y seguí quitando las espinas. —Auch.

—Ya no te quejes tanto —dije, pero él seguía saltando del dolor.