¿Qué jodidos estoy haciendo? Estaba a una calle del apartamento de Oliver, no estaba pensando claro, seguro. No conocía al chico, mi corazón y mis pies se movían por una sola cuestión, la promesa que me ayudaría. Llegue a la puerta de los apartamentos, sinceramente no creía que me dejaran entrar tan fácil, pero Oliver me aseguro de que sí, llevaba una gorra, el pelo en una cola, arriba la capucha de mi sudadera y unos lentes oscuros y lucía como alguien que planeaba robar o escapar. Iba en el auto de Drew, los policías me pidieron que me identificara, lo cual me negué.
—Necesito su identificación —me dijo el policía.
—Voy con Oliver Sorní, me dio el código 2667 —el policía se negó.
—Necesito identificación... —otro policía apareció detrás de él, genial, en que jodidos me metí, solo podía ver la cámara que estaba cerca y podía captar cada movimiento, solo quería ocultarme de esa cámara.
—¿Algún problema? —dijo el siguiente policía. En este punto ya estaba comenzando a ponerme nerviosa, lo menos que quería es que me bajara del auto o revisaran mis papeles.
—No quiere identificarse para entrar —él nuevo policía me miró.
—Me dijeron que solo necesito el código 2667 —en ese momento el rostro del segundo policía cambio.
—Abre la puerta —ordenó, él otro lo vio incrédulo— ¿Qué esperas? Perdone los inconvenientes. —Yo le agradecía y si me pareció muy rara su actitud, pero lo acepte.
Entre y busqué un estacionamiento, después de aparcar el auto comencé a caminar al apartamento de Oliver, estaba parada frente la puerta, a punto de tocar, una parte de mí decía ¡Aléjate! ¡Corre! Para mi desgracia no me moví. Dudé en tocar, pero al final lo hice.
—Bienvenida a mi humilde casa —dijo.
—Humilde —reí— claro.
—Bueno ¿quieres algo de tomar?
—No, gracias.
—Sí, gracias —dijo y me dio un vaso con agua. — No pretendo envenenarte, debes mostrarte relajada, porque lo que viene es horrible.
—Entonces dame agua.
—Siéntate —dijo y me senté en una silla, el se puso frente a mí.
—Cass Cosby, son las 18 horas, vamos a comenzar —sus ojos azules se posaron en mí.
—Estoy lista.
—¿Dónde estuviste a las 22 horas el día 4 de septiembre?
—En mi casa, me baje del auto de Caleb, ya que él me llevó hasta mi casa, espere unos minutos en la puerta hasta ver que el auto se fuera.
—¿Dónde estabas cuando te informaron de la muerte de Caleb? —mi estómago se revolvió, pude sentir náuseas en mi interior, no quería recordar esa noche. —No pierdas el control, llora si quieres, pero no dramáticamente y tan poco seas tan fría. —Lancé una mirada amenazante a Oliver. —¿Dónde estabas cuando te informaron de la muerte de Caleb?
—En mi habitación.
—¿Quién te informó?
—Mi hermano, Josh.
—¿Había alguien más, que nos pueda confirmar esta historia?
—¿Insinúas que miento?
—Insinúa, di eso, soy Jeff, en fin, ¿tú hermano con problemas de drogas te lo dijo? —Suspiré, ¿cómo preguntaba eso?
—¿Qué te pasa? Claro que él, tuvo un percance con drogas, pero no es ningún idiota.
—Claro, quien no asegura que estuvo en un episodio en el que estaba intoxicado por algún alucinógeno y lo imagino todo.
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No te calles Caleb
Teen FictionPalabras diarias que me esperaban cada día que lo veía, que lo abrazaba, que lo besaba. Esa sonrisa que me mataba, ese pelo que me encantaba revolver. Tus dulces palabras que me enamoraban, quien diría que me dejabas pistas de como atrapar a tu ase...