Capítulo 7 "LOS MEJORES ÚLTIMOS DÍAS"

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La mirada de mamá se posicionó en mis ojos, estaba decepcionada, lo sabía pero no decía nada.

-Bien -dijo- supongo que no te compre por nada los anticonceptivos, pero solo dime que no fue en mi cama.

-No mamá y yo lo lamento, sé que rompí la promesa pero...

-No pudiste mantenerla -dijo asintiendo repetidas veces- pero creí que tal vez podrías, no lo sé pensé que tendríamos más suerte contigo que con la que tuvimos con Josh.

-Mamá...

-Déjalo así Cass, solo espero no tener que pagar rehabilitación para ti -Mamá se levantó de mi cama pero yo logré agarrar su brazo ella giró a verme, sus ojos estaban cristalinos-Solo tengo algo de miedo Cass, no quiero pasar lo mismo contigo, tu sufriste eso con nosotros Cass, todo empezó con la muerte de tu abuela y Josh deprimiéndose para luego saltar de una chica a otra. No quiero lo mismo contigo Cass. No otra vez.

-No pasara mamá, lo que paso con Peter fue por un momento de atracción pero yo no caeré como Josh -ella tomó mi rostro y dio un beso en mi frente- No pasaremos eso de nuevo, no lo haremos mamá.

-Solo quiero que te cuides hija, no estás sola, nos tienes a nosotros y siempre nos tendrás, si tienes miedo aquí estamos, tu padre, Josh, Drew y yo. Nosotros también queríamos mucho a Caleb y en este proceso no estás sola, tampoco es tu culpa, nadie sabía que lo estaban esperando en esa calle.

-Pero si él no me hubiese traído estaría conmigo ahora.

-No puedes saber eso, no eres ese doctor con la piedra verde que mira otras realidades, ¿cómo se llamaba? ¿Store? ¿Tran?

-Strange -dije y ella asintió- Caleb me traía a casa todos los días, a veces me pregunto ¿Y si jamás hubiese aceptado ser su novia? Digo nunca hubiese pasado por esa calle.

-Vamos Cass, él te traía cuando eran amigos además no le hubieses dado la oportunidad de vivir los mejores últimos días -ella me abrazó y me sentí segura, estar entre sus brazos me daba mucha paz. No fue mi culpa y por primera vez en dos semanas mi mente había tenido un momento en el que pensó que no fue mi culpa, aunque no duro mucho fue la oportunidad para respirar, tan solo por cinco segundos, respirar en paz. Mi teléfono comenzó a sonar. Era la hora de ir con el detective.

- ¿Qué pasa? -preguntó mi mamá cuando yo me alejé de ella.

-Debo salir, regreso para cenar -mi madre me detuvo.

- ¿A dónde vas Cass?

-Solo veré a una persona que quiere ayudarme.

- ¿Lo conozco?

-Creó que no -ni yo lo conocía. Mamá camino al pasillo y llamó a Josh- ¿Mamá que haces?

-No te dejare ir sola -mi hermano bajo las escaleras desde el piso donde estaba su habitación y se paró junto a mí, sus ojos bien abiertos vieron primero a mamá y luego a mí.

- ¿Qué pasa? -preguntó con desesperación.

-Acompaña a Cass -ordenó mi madre. Ambos protestamos al unísono- Ya, cállense, ambos irán y espero que se cuiden uno al otro.

...

-Tú espera aquí, no apagues el auto -le dije en lo que bajaba del auto- Si no doy señales de vida en cinco minutos entras.

- ¿Qué rayos harás, acaso vas a robar la cafetería? -Preguntó- solo te digo que la cafetería ya no es lo mismo, no tiene un gran botín, ha caído bastante.

- ¿Cómo rayos sabes eso?

-Normalmente venia aquí con... -él vaciló con su respuesta- No importa, ya apúrate antes de que se me congele el trasero.

No te calles CalebDonde viven las historias. Descúbrelo ahora