Capítulo 20 JINGLE BELL Y SECRETOS PARTE 2

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— ¿Ahora me juzgas por mi apellido? ­­—preguntó seco.

— ¿Disculpa? ­—añadí.

—Yo no soy igual que mi padre ni mi madre, sé que sabes perfectamente el historial de infidelidades en mi familia, creí que no me juzgarías por mi apellido, al menos creí que tú me entenderías.

—Yo no juzgo a las personas por eso, tú lo sabes, sabes cuantos problemas he tenido por llevar el apellido Cosby —dije muy enojada— juzgo tus mensajes, ¿Quién demonios es "S"?

—No es nadie, ¿ok? Nadie importante. —Dijo— Es mi primo Sean, viene a la ciudad y ya sabes que no dejan entrar a cualquiera, por eso dice que me espera a las once, pero para que veas que no es nada importante, más que mi primo tonto Sean, no iré, le diré a Dan que vaya por él.

Sentí culpa por un momento, Rachel había sido clara, tengo solo dos opciones: Confiar o no confiar en él. Sinceramente un mundo si Caleb no era algo para lo que estaba preparada, tal vez fue mi inmenso amor, mi locura de enamoramiento, mi pensamiento de que era perfecto o simplemente que lo quería porque me hacía feliz, no lo sé pero decidí confiar en él.

Asentí y desconfiada aun decidí dejar el tema, no le diría que lo fuese traer, no le diría que se quedara, solo lo probaría, no diría nada y Caleb decidiría si irse o quedarse.

—El suéter que teje mamá, ya sabes de esos suéteres feos que hace para estas fiestas para compensar que casi nunca está en casa.... —dije aclarando de que suéteres hablaba.

— ¿Qué pasa con el suéter? —Preguntó Caleb más tranquilo, mientras guardaba su celular— ¿Te tejió un suéter que está peor que el del año pasado? Digo, va a costar superar a Santa Claus "tengo más tetas que cara"

Reí, ambos soltamos carcajadas muy fuertes, ese suéter era espantoso y no era por la falta de talento de mi madre al tejer, era más bien por su falta de conocimiento del cuerpo humano, ya que decidió hacer un Santa Gordo pero eso no resulto bien, colocó la "pansa" de Santa muy arriba lo cual da la impresión de que santa es una mujer anciana con senos gigantes.

—Sí, bueno, Santa Minaj fue un desastre pero el desastre se extendió este año también —dije riendo.

— ¿Qué? ¿Acaso hizo un duende con dos melones? —preguntó irónico.

—No lo sé, tendrás que averiguarlo tú —él me miró un tanto confundido, yo tomé una caja que estaba a mi lado. Extendí mis brazos para dársela, él la tomó y comenzó a abrirla— bienvenido a la tradición de los suéteres feos de los Cosby.

La fiesta de los Cosby de noche buena no era una fiesta extravagante, era una fiesta en dónde pasábamos la noche, eran invitados solo las personas más cercanas a nosotros y Nick Spencer, todos los que pisaban esa casa eran tan cercanos que tenían el poder de traicionarnos y destruirnos en segundos.

—Jamás había estado tan feliz de recibir un suéter tan feo —Caleb se puso el suéter que para su suerte no tenía ningún duende Minaj. Era más bien como si la Navidad hubiese vomitado sobre el suéter.

Drew entro a la cocina luciendo su suéter.

—Oye esto no es justo, eres el nuevo pero te toco el sueter más lindo, de verdad, soy un árbol de navidad, facilito me ponen como el árbol de la casa y nadie se daría cuenta —dijo molesto.

Era cierto, el suéter de Drew tenía unos flequillos verdes que aparentaban las hojas del árbol, además tenía adornos navideños reales, colgados por todas partes y como un extra mamá le había tejido un gorro con forma de estrella navideña.

—Al menos conquistaras a April con tu frescura a pino —dije— yo tampoco lo entiendo, es el suéter más lindo, y no eres su hijo, supongo que te quiere más a ti.

No te calles CalebDonde viven las historias. Descúbrelo ahora