+18 |MIKEY|

9.8K 318 243
                                    

au

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

au. drogas. sexo. angst. dark themed. 

✧\(>o<)ノ✧

Dai tenía un único motivo para seguir soportando su día a día y ese motivo era hacer sonreír a un rubio alto y ojeroso llamado Manjiro Sano. No se trataba de un buen motivo porque no tenía nada que ver con su persona, pero para ella era más que suficiente.

Luego de haber perdido toda esperanza cuando falleció su abuelo, quien la había criado la mayor parte de su vida, no se creía capaz de encontrar un propósito honesto que le diera fuerzas para continuar su miserable existencia. Por un tiempo creyó firmemente que nunca más le encontraría el sentido a la vida hasta que apareció él en su campo enérgico haciendo que un terremoto se desatara bruscamente en su interior.

Manjiro estaba parado en el borde de la terraza de un edificio de treinta pisos de altura. Tenía los ojos cerrados y las manos adentro se sus bolsillos esperando pacientemente que pasara algo... lo que fuera, pero algo. El viento turbio y constante chocaba contra su cuerpo sosteniéndolo y al mismo tiempo haciendo que se balanceara perdiendo el equilibrio de tanto en tanto. Para Manjiro eso se trataba de un juego. Un juego que rozaba la delgada línea de la locura y la muerte.

Dai había subido a la terraza del edificio de su abuelo por mera casualidad. Quería despedirse del lugar y lo haría fumándose toda la marihuana que le quedaba. Cuando salió y lo vió sintió un escalofrío recorre el la espalda al verlo tan cerca de acabar su vida si así lo deseara. No lo pensó. Se acercó lentamente para no asustarlo y habló con una voz suave.

—Hola.

Manjiro giró levemente su rostro sobre su hombro izquierdo para observar a la nueva y extraña presencia. Asintió despacio en forma de saludo y volvió su mirada al cielo.

—¿No es un poco peligroso que estés ahí?

No le contestó. La ignoró por unos minutos haciendo caso omiso a la mirada intensa que sentía sobre su persona.
Dai al ver que no obtendría respuesta alguna se acercó al borde despacio y pegó un pequeño salto sosteniéndose con los brazos del barandal previo al borde para poder subirse a él. Manjiro la observó por primera vez con algo de interés y curiosidad.

—¿Qué estás haciendo?—le preguntó aburrido arrastrando las palabras.

—No sé, pero llamó tu atención y eso es un buen comienzo— respondió la muchacha a su lado observando con vértigo la distancia que la separaban del asfalto.—Siento que tendrías demasiado tiempo para pensar si te tiraras de un edificio así de alto, lo encuentro desagradable... tan sólo imaginate, salto y todo pasa en cámara lenta, ugh.— Finalizó sintiendo de nuevo un escalofrío recorrerle el cuerpo entero.

Manjiro la miraba como si estuviera demente.

—No me mires como si fuera una puta loca, ¿Quién es el que está parado en el borde?—Bufo infantilmente mirando al chico de arriba a abajo.

TOKYO REVENGERS // ONE SHOTsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora