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au. alcohol.
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Akira detesta con todo su ser cualquier cosa que colme su paciencia, por eso cuando Hinata Tachibana la invita a una fiesta el sábado por la noche, se retuerce por dentro sabiendo que va a arrepentirse de decirle que sí. Las fiestas colman su paciencia. La gente colma su paciencia. La música fuerte colma su puta paciencia. Salir de su cómoda cama un sábado por la noche también colma su paciencia, pero acepta porque Hinata no tiene la seguridad como para ir sola. Acepta porque quiere acompañarla y hacerla feliz para poder ver en su rostro aquella sonrisa que ilumina la vida de quien sea con tan sólo mirarla.
Cuando llega la hora de la fiesta Akira se maldice una y otra vez por traicionar su espíritu, pero se recuerda en voz alta que le está haciendo un favor a su amiga... A quien no ve desde que pusieron pie en la casa.
-Puta mierda- masculla molesta mirando a Hinata que al parecer está en una esquina succionadole la cara al rubio ese tontomichi o como se llame.
Lo bueno de no conocer a nadie es que poco le importa la impresión que pueda generarle a la gente por lo que comienza a investigar y divagar por los pasillos y las habitaciones de la parte de abajo de la casa. Decide divertirse tomando uno que otro trago y participando de algún que otro juego para poder reírse de algún pobre tonto. Cuando se cansa, se levanta y divaga nuevamente hasta encontrar algo que hacer. A veces baila sola, cerrando los ojos y moviéndose como quien es dueña del puto mundo y otras veces se tira en algún rincón para chequear su celular y mirar algún tiktok.
Cuando se aburre definitivamente y no encuentra nada que la divierta, decide ir al piso de arriba y tirarse en la cama de la primera habitación que encuentre. Y eso hace. Abre la puerta de un cuarto cualquiera y asomando la cabeza para ver que no haya nadie, se tira de lleno en la gran cama.
-¿Pero qué carajos...?- exclama alguien de repente.
-¿¡Eh!?- grita Akira al darse cuenta que ese alguien se encuentra dentro de la cama, debajo de ella, completamente tapado por las sábanas. Intenta levantarse rápidamente, pero una mano la detiene.
El muchacho de melena rubia la mira entre dormido y aburrido cuando sale de debajo de las sábanas y la sostiene firme de la muñeca.
-¿Te manda Draken?, ¿Podes decirle que deje de mandar mujeres cual paquete y que baje la puta música?- le pregunta el rubio todavía algo desinteresado.
-¿Pero quién mierda es Draken? Yo solamente quería descansar de la fiesta y encontrar una cama para dormir, no me manda nadie, lo juro- soltó Akira de un tirón intentando soltarse del agarre del joven quien la mira un poco confundido, pero algo interesado.
