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La tarde estaba sombría, con pronóstico de lluvia en pocas horas.

La casa de los esposos Ryūguji estaba en silencio, demasiado. Aunque había gente dentro nadie hacía bulla como días antes.

Mitsuya acariciaba su anillo de matrimonio con nostalgia, todos los momentos hermosos con Ken volvían a su mente. Era triste para Mitsuya aceptar. Simplemente todo había acabado, aunque no quería que acabará. La vida tiene giros muy dolorosos, los amores vienen y también se van.

La puerta de la habitación se Escuchó, Mitsuya se puso de pie agarrando una carpeta de papeles que estaba en la misa de la sala. Vio a Ken aparecer con maletas con sus pertenencias, se acercó a Mitsuya despacio.

Ambos se miraron un momento. Takashi le entregó los papeles a Ken.

-Espero seas muy feliz con Emma, más de lo que tal vez fuiste conmigo. Ya firme los papeles del divorcio. -Sonrió Mitsuya.

Ken aceptó esos papeles en silencio.

-Perdón, Mitsuya, yo...

-Calma, Ken, estas cosas pasan, yo también sabía que aún tenías a Emma en tu corazón y aún así decidí arriesgarme. Ahora , concéntrate en hacer feliz a Emma y tu futuro hijo.

Ken asintió, se sentía culpable.

-Dragones gemelos siempre ¿No? -Preguntó Mitsuya.

- Dragones gemelos siempre.

Ryūguji abandonó la casa entre la suave llovizna. Mitsuya observó como se iba desde la ventana.

-Adiós, amor...

Dulce Amor [DrakeMitsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora