Emma
Llegamos al departamento de Wyatt, durante todo el camino había estado serio; a pesar de que había intentado sacar un poco de tema de conversación él iniciaba bien y en cuestión de segundos su rostro volvía a ser serio, mirando perdido el camino por el que conducía, llego a desviarse en dos ocasiones haciendo que el tiempo de regreso fuese casi el doble.
Sabia que no la había pasado bien y que todo aquello ahora vagaba en su mente provocando que este de la forma en la que ahora se encontraba, perdido.
—¿Necesitas que te lleve a casa o al trabajo? —pregunto sin expresión alguna.
—No, puedo quedarme aquí al menos hasta tarde, le informe a Beatriz que no asistiría hoy —dije mirando su perfil, ambos aun dentro del auto.
—Emma... quiero estar solo, lo siento —dijo serio dudando de decirlo, pase saliva sintiendo un pequeño nudo en la garganta.
—No te preocupes, lo entiendo —le regale una sonrisa y bese su mejilla antes de salir del coche —nos vemos luego, mantenme al tanto de todo, ¿Sí? —concluí dándole la espalda cuando tomo mi mano, gire mi rostro para verlo.
—¿Iras sola a casa? —pregunto y asentí, él suspiro —quédate... —musito, al ver que no saldría del auto entre de vuelta.
—Me quedare aquí entonces —cerré la puerta y mire al frente el estacionamiento, con él a mi lado.
Lo vi de reojo posar su cabeza en volante como lo había hecho antes, escuché sus suspiros durante un par de segundos, sin mirarlo; no hasta que de él se escuchó un sollozo.
Pose mi mirada sobre él, note como lagrimas corrían por sus mejillas y él con molestia las limpiaba cuando estas se acumulaban.
—No es tu culpa... —dije sin pensar al tiempo que me acerque a él y lo abrace, él luchaba por no llorar, podía sentirlo —no hay nada de malo en llorar, hazlo, estaré aquí —musite.
—Llorar es patético Lee, mas aun si lo hago por ella... —dijo con molestia separándose de mí, sus ojos ahora estaban rojos y aun se encontraba rastro de lágrimas en sus mejillas; miro al frente.
—No lo es, algunas veces sirve de desahogo, es una emoción o sentimiento, no es malo hacerlo —comente y me miro serio.
—¿Fue estúpido pensar que realmente quería saber de mi...? Fue tan tonto de mi parte creer aquello, JA, y pensar que creía que realmente había un buen motivo del porque me dejo, solo le importa el dinero —hablo molesto mirando al frente.
—No lo fue, no fue estúpido —dije y el suspiro, limpio el rastro de sus lágrimas, tallo un poco sus ojos y volvió a mirarme, me dedico una sonrisa débil mientras continuaba mirándome.
—Ha momentos donde me atormenta lo que provocas en mi... —lo mire confundida —es como si, gracias a ti consiguiera acallar a las voces de aquellos pensamientos. No puedo decir que no quiero morir, porque realmente es algo que he deseado siempre —pronuncio y pase saliva nerviosa durante la pausa que hizo.
—Wyatt... —inicie y me interrumpió volviendo su mirada al frente, dejando ver su perfil por nueva cuenta.
—Sin embargo, es por ti que sigo aquí —sonrió mirándome de vuelta —desde aquella vez en la que chocaste conmigo en el estacionamiento, aquel había sido un mal día y tu torpe caída me había hecho el día —soltó una carcajada y lo mire mal.
—¿Acabas de llamarme torpe? —fingí estar ofendida, él hizo una seña de poco con sus dedos.
—Tal vez, solo un poco —su risa ronca nuevamente se escuchó, hipnotizándome, él continuo —desde aquella vez de la nada comencé a notarte en todos lados; la cafetería, las gradas, el aula que ya compartimos. Te volviste la mejor casualidad de mis días —su mirada se cruzó con la mía, mi respiración se entrecortaba, comenzaba a sentir una mezcla de emoción y melancolía.
—Wyatt... —intente hablar, pero de nuevo me interrumpió.
—Contigo era imposible evitarte, no podía hablarte de forma fría porque simplemente tu persona no me lo permitía; aquella vez en las gradas, en la que te pedí te marcharas y tu solo ignoraste todo lo que dije para ofrecerme comida —rio de nuevo ahí —Dios... juro no quería que ese rato a tu lado acabara. La vez de la salida a Jardines Rosedal, esa donde ambos aprendimos a andar en patineta, juro fue de lo mas divertido tener que correr hacia ti para evitar que cayeras, más gracioso es ahora recordar que terminaste por caerme encima; y que me dices de cuando aprendiste a andar en coche, por el cielo completo, en verdad creí que estrellarías mi auto —soltó una carcajada y sonreí perdida en él.
—No era culpa mía que tu quieras enseñarme, con tu coche —resalte el "tu" y el me miro negando.
—¿Cómo es posible que en tan poco tiempo pasáramos por todo esto? —musito casi para él mismo —Sin olvidar que no todo ha sido risas y buenos momentos, fuiste capaz de arriesgarte e ir por mí a donde Anderson me tenía, nunca te han importado ninguno de los rumores que dicen de mí, sabes parte de mi pasado y aun no has huido de mí; eres increíble Emma Lee, en verdad que lo eres —concluyo a la vez que me perdía en lo profundo de su mirada.
—Tu no te quedas atrás, me salvaste la vida, enseñaste a una torpe y distraída chica a conducir, cuidaste y protegiste a una desconocida; cargaste por las escaleras durante tres pisos y un par de pasillos, a una persona que considerabas tu "acosadora" —reí haciéndolo reír también.
—Arriesgaría mi vida por ti una y mil veces de ser necesario, hoy lo se y... realmente no planeo perderte —se acercó a mí, inconscientemente mordí mi labio inferior.
El poso su mirada en mis labios y se acercó lentamente hasta finalmente besarme. Tomo mi rostro entre sus manos con delicadeza, me acerque mas a él, entonces paso sus manos a mi cintura y me ayudo a pasarme a su lado del auto.
Sin detener el beso me coloque a horcajadas sobre él en el asiento del conductor; yo coloque mis manos en su nuca enredando mis dedos en su corto cabello mientas el seguía con sus manos sobre mi cintura.
Tras aquel largo beso nos separamos un par de centímetros, él poso su fren te en la mía y sonrío, le devolví la sonrisa.
—Así que eres MI acosadora —pronuncio resaltando el "mi" haciendo referencia a lo último que había dicho.
—No dije que fuera acosadora, solo mencione lo que tu habías dicho —hable mirando a otro lado, tomo mi mentón y me hizo mirarlo.
—No negaste que fueras mía —sonrió de lado y me sonroje, el rio un poco y deposito un casto beso en mis labios —Emma... —se puso serio al instante.
—¿Sí? —pregunte.
—Te quiero —de nuevo nuestras miradas se encontraron, con algo de sorpresa lo miré y sonreí.
—También te quiero Wyatt —el dejo de estar tenso y sonrió para nuevamente besarme.
Sin duda podría acostumbrarme a esto.
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capitulo se divide en dos parte jsjs
¿Que opinan de esto que acaban de leer?
¿Les gusto?
¿Que esperan del siguiente?
-D
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Un Destello de paz | [TERMINADA] |
RomanceNo todo en la vida es felicidad, aprende a vivir aquellos momentos efímeros y fugaces, vive con la persona que mas amas un "Destello de paz" en tu oscuridad. Novela +18 (Aunque no contiene escenas eroticas) OBRA REGISTRADA CON DERECHOS DE AUTOR