Un Destello de paz | [TERMINADA] |

Capitulo 50

(colocar la cancion cuando crean conveniente, yo diria que justo cuando ella sale de casa)

Emma

Estaba llegando a casa, no sabría decir si era mala o buena suerte el hecho de encontrar a mis padres en casa al llegar, porque en efecto, sus coches estaban fuera de casa, lo que indicaba que ellos estaban dentro.

Nerviosa y evitando el llanto, estacione el coche en la acera sin siquiera entrar por la reja; baje y camine hasta la puerta de entrada, opte por tomar el coraje que tenia para enfrentarme a ellos.

Entre a casa y crucé el pasillo directo al estudio de mi padre, abrí de golpe viéndolos a ellos detrás del escritorio mirando algo en el computador.

—¡¿Qué demonios haces entrando aquí de esa forma?! —bramo molesto mi padre poniéndose de pie y caminando hacia mí, era la primera vez que no sentía miedo de tenerlo de frente mientras me gritaba, me arme de valor para hablar.

—Fueron ustedes los que provocaron la muerte de mi abuela —dije con molestia, al final mi voz tembló ligeramente, pasé saliva y volví a hablar al ver que ellos no respondían —¡Respondan maldición! ¿Realmente fueron capaces de arrebatarme lo único que tenía solo por su dinero? —exclame y mi madre se puso de pie al lado de mi padre, sonrío y dio un paso hacia mí.

—No sé ni me importa cómo te has enterado de esto, pero creo que es momento de que lo sepas —dijo con una sonrisa de malicia —SI, si somos los culpables de la muerte de esa anciana a la que llamas abuela, te encantara saber lo dolorosa que fue su muerte... —la interrumpí con coraje me acerque a ella y la abofetee.

—¡No vuelvas a hablar de ella, olvídense de que firme su estúpido contrato, no tendrán nada de ella! no dejare que obtengan nada... —molesta me gire saliendo del estudio escuchando como ella y mi padre gritaban.

Lagrimas corrían por mis mejillas, sentía un vacío enorme en mi pecho junto a una gran presión sobre él, entre en mi habitación y cerré tras de mi con pestillo, busque entre todos mis pequeños escondites el dinero que había estado ahorrando, tome todo el cual era bastante, lo necesario para lo que pido él.

Coloque aquello en mi mochila, tome un par de joyas de oro y plata por si él ponía excusas para dejar solo a Wyatt y las introduje junto al dinero en la mochila, la cerré y me la puse al hombro.

Regrese a la puerta la cual golpeaban a la vez que gritaban que la abriera, eso hice, quite el pestillo y gire la perilla, abrí la puerta y de golpe pase a ambos dejándolos de lado, llegue hasta la puerta de entrada, salí y corrí hasta el coche.

Una vez dentro lo puse en marcha y comencé a sollozar sin poder evitarlo. Recién entendía todo... mi abuela tal vez seguiría con vida a mi lado de no ser por ellos...

Estaba conduciendo sin rumo hasta que finalmente llego el correo que indicaba la dirección a la que debía ir, estaba a 40 minutos del lugar donde me encontraba, al lado solitario de Palermo, justo donde habían tenido a Wyatt la primera ocasión.

[***]

Transcurrió el tiempo y había llegando al lugar, estaba atardeciendo y el lugar estaba completamente desolado, no había rastro de ninguna persona fuera de los edificios.

Estoy aquí. —envié en respuesta al correo que había recibido antes, minutos después mire a una persona salir del edificio, camino hasta mi lado del coche y con un arma me indico salir de él, ante aquello solo hice lo que me pidió.

Con el arma apuntando mi espalda me obligo a entrar, mientras yo sostenía en mis brazos la mochila con el dinero, caminamos por las escaleras hasta llegar finalmente al ultimo piso, el sexto para ser más claros.