Capitulo 30

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Emma

Desperté desanimada esperando los mensajes de siempre que recibía de Sebastián y Alice, y me desanimo más ver que no había nada en mi bandeja, solo una notificación de Alice felicitándome.

No puedo creer que incluso ella que ya ni me habla se acordara de mi cumpleaños y Sebastián no... – pensé.

Podía entenderlo de Wyatt, por lo que se es malo recordando las fechas, además de no estar segura de que él supiera que hoy era mi cumpleaños.

Baje las escaleras y fui hasta la cocina, como un día normal les prepare el desayuno y me marche camino al metro, por suerte llegue a tiempo.

El trayecto a la universidad pareció ser en cámara lenta, mientras los recuerdos junto a mi abuela venían a mi mente como imágenes en forma de película, pequeñas lagrimas rodaban por mis mejillas.

Al bajar del metro limpie mi rostro con el antebrazo, sorbí mi nariz y levante la cabeza.

Vamos a estar bien... voy a estar bien... – pensé.

Continúe caminando mientras intentaba pasar el nudo en mi garganta, – no llorare más, no más por hoy, debo estar bien, por mi abuela... – me decía a mí misma en forma de mantra, una y otra vez mientras caminaba.

Llegue al estacionamiento de la UP y me tope con Wyatt y Sebastián, charlaban de algo, pero al acercarme se quedaron callados y solo saludaron como normalmente lo hacían.

– Hey, acosadora, ¿Cómo va todo? – Wyatt fue el primero en hablar.

– Hoy no llegas tarde, eso es nuevo – dijo Bastián.

Sin ánimos solo sonreí y pase por un lado y agache la cabeza, comenzando a caminar hasta la cafetería.

Realmente olvidaron tu cumpleaños.

Dejé de lado aquel pensamiento y el hecho de que ninguno de los dos me siguió cuando los pases de lado, mordí mi labio inferior y continúe caminando.

Llegué a la cafetería y fui con Paty para pedirle un café frio, necesitaba un poco de eso para estar más tranquila.

– Hola, Paty ¿Podrías darme un café frio? Por favor – ella sonrío.

– Claro que si, en seguida te lo traigo mi niña – dijo dulcemente, el apodo "mi niña" en estos momentos me parecía nostálgico, mi abuela solía usarlo conmigo – aquí esta, y toma esto, es de mi parte, no creas que olvide que hoy es tu cumpleaños – se acerco a mi con el vaso de café y con una caja pequeña de regalo, la mire sonriendo mientras mis ojos se cristalizaban.

– Eres la única que se acordó de ello... no era necesario el regalo – tome la caja y el café, lo deje sobre la barra y la abrace – muchas gracias... – deje que algunas lágrimas rebasaran de mis ojos al cerrarlos.

– No llores cariño – se separó limpiando mis lagrimas – ¿Vas a abrirlo ahora? – dijo con cierta emoción y asentí abriendo la pequeña caja.

Abrí la caja despacio, dentro de ella lo primero en verse fue una fina cadena de plata con un colgante con la letra E mayúscula, lo tome en mis manos y mire a Paty conmovida.

– Esta hermoso, gracias – dije sonriendo aun con los ojos cristalinos.

– Hay mas dentro de la caja, pero, ¿Quieres que te ponga ese primero? – asentí y me di la vuelta para que ella pudiera colocarme el collar, al terminar volví a girarme.

– Gracias – ella sonrió y yo vi de nuevo dentro de la caja, quite el papel que envolvía una pequeña libreta del fondo, al tomarla en mis manos y abrirla solloce – pero... ¿Cómo? Estas fotos... – miraba el pequeño álbum, eran fotos de mi abuela y mías cuando era pequeña, fotos de momentos que ni siquiera soy capaz de recordar por la edad que tenía en ese entonces.

Un Destello de paz | [TERMINADA] |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora