[En corrección]
Una vez te adentres en el orfanato Parckson, cosa que te resultará muy fácil. Ya no podrás escapar con la misma facilidad. Y cuando descubras lo que este oculta entre sus muros, ya no habrá retroceso.
Estarás condenado.
...
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Toqué la puerta de Noah con miedo e inseguridad. Mientras esperaba respuesta recuperaba el aire que había perdido en la carrera.
Miré a ambos lados del pasillo para comprobar que nadie me observaba, o que peor aún, mi padre me hubiera seguido.
Al ver que estaba solo en ese largo pasillo tragué saliva y me giré para ver la fuente del patio de ese edificio. Este estaba lleno con bancos y plantas.
El cuerpo de Diego tendido en el suelo rodeado de sangre no salía de mi mente. El estómago se me revolvió al pensar en todos los problemas que eso podría llegar a causar.
El corazón se me aceleró al pensar en la reacción que tendría Noah, ¿y si le daba miedo y me dejaba de hablar?
El sonido una puerta abriéndose me hizo girarme con el corazón a mil.
Noah apareció en el umbral de la puerta con cara de confusión. Al verme, abrió mucho los ojos y se puso nervioso. Iba sin camiseta por lo que aparté la vista de inmediato cuando mis ojos se fueron a fijar en su cuerpo.
Sentí mis mejillas arder mientras miraba al suelo.
—Blue, ¿qué pasa? —En su tono de voz se dejó notar una falta de aire. Escuché como él se acercó. Temí que me fuera a mandar a la mierda por estat espiando su beso con Dallana. —. Anda, pasa antes de que te de algo ahí fuera. Hace mucho frío. —Estiró de mi brazo y esta vez no pude negarme.
Pase mirando al suelo porque no quería incomodarlo mirándolo. Se le veía tranquilo, sólo esperaba que él no sacase el tema de Dallana, porque sino me iba a poner a llorar.