Un lío de amor ©.

CAPÍTULO 1.

Un tono gris invadía el cielo en aquella tarde perezosa y un poco sola, con un gran viento que golpeaba la ventana de mi habitación... Así comenzaría una buena historia romántica, pero ésta comenzará así...

Soy Alicia, Alicia Moretz, soy una adolescente que no sabe que es el amor verdadero, o bueno, no sabe que es besar a un chico... Allí estaba yo, encantada con Thomas, un chico alto, blanco, cabello negro liso, ojos café oscuro y unas cejas perfectamente gruesas, eran preciosas, él es el nuevo chico del vecindario, se mudó una casa después a la mía, mirando hacía su ventana desde la mía, con una cara de tonta deseaba que apareciera, deseaba que fuera mio, al mismo instante, sin previo aviso aparece el, con un gesto un poco confuso, creo que pensaría que estaba loca, digo, recién se muda y ya hay una desesperada chica acosándolo, hasta yo lo pensaría. Ese día llevaba una de las grandes camisetas de papá que eran mis favoritas, una larga sudadera gris y medias blancas, estaba un poco despeinada, ¡Estaba hecha un desastre!, quisiera que ahora mismo me tragara la tierra, que mi existencia en la tierra se borrara, rápidamente me escondo de la vergüenza absoluta.

Unos minutos después alcé nuevamente mi cabeza apoyando mis manos en la ventana mirando si ya no estaba allí, rápidamente salí corriendo hacía la sala, no dejo de pensar en lo perfecto que es ¡Joder!, volvería loca a cualquiera

-¿Y esa cara?, ¿te ha pasado algo que deba saber?

Era mi padre, tiene un nuevo trabajo en "Clark Construction Group, LLC" una gran compañía de proyectos arquitectónicos, o algo así, su sueño de toda la vida... llevaba más de 2 años esperando su oportunidad para trabajar en esta gran compañía, en todo este tiempo estuvimos viviendo de las veces que lavaba coches o limpiando la casa de la abuela.

-¿Mi cara?, es la que siempre tengo papá- Digo riendo
-Si, eso te lo creo, vamos, cuéntame, ¿Qué te pasa? ¿Max? ¿De nuevo?- Dice burlándose un poco

Max es nuestro cachorro tiene 4 meses, es un desastre total, daña mis zapatos, rompe mis cuadernos, revuelca mi cuarto y hace un desastre mi vida y lo peor aún es que a las cosas de papá no les hace nada.

-No papá, Max por ahora no ha hecho nada.
-Entonces, ¿Qué te pasa mi cachetona?- dijo haciendo pucheros de niño de 10 años.
-¿Que pensarías si fueras un adolescente super guapo, recién llegas a un nuevo vecindario y tu vecina con la cual no has cruzado ni una sola palabra, mire hacía tu habitación con una cara de tonta enamorada y tu precisamente la veas?
-Bueno, creería que está loca- Agrega papá
-¡Lo ves!, qué vergüenza, es justo lo que me pasó con el vecino nuevo- Digo tapando mi cara
-Tranquila mi niña, ni siquiera se conocen, ya verás que cuando lo hagan no se acordarán de lo que pasó hoy, digo... ¿Quien recordará a una loca que lo acosa desde su habitación?-Dice riendo 
- ¡Papá!
-¡Es broma!, cálmate, ya eso se olvidará

Esa misma tarde salí de compras al centro comercial, quería comprar unos jeans nuevos con un par de zapatos, entrando a la tienda tropecé con una antigua amiga o bueno, con mi vieja mejor amiga...
-¡Alicia! ¿Cómo estás?-Dijo un poco sorprendida.
-Hola Kristina, muy bien ¿y tú?, hace mucho no se de ti- Agregué.
-Lo sé Ali, mis padres se mudaron para Texas y aún no había terminado mis estudios, tuve que ir con ellos, ¿y tu Alicia? ¿Cómo están tus padres?-Dijo aún con un gesto de tristeza
-Kristina, mi madre murió en un accidente de carro hace 4 años, ahora solo vivo con mi padre y mi pequeño cachorro Max.-Dije colocando los ojos en blanco.
-Alicia de verdad lo siento mucho, mi más sentido pésame para ti.-Tomó mis manos y me abrazo.
-Gracias Kris, pero cambiando de tema, cuéntame ¿Cómo te va ahora que regresas a Chicago?
-Ni te imaginas, te invito un café y así charlamos un poco de todo lo que nos ha pasado en este tiempo.
-¡Estoy de acuerdo!-Dije con una sonrisa.