CAPÍTULO 3.

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Ya han pasado dos meses desde el concierto, cuando papá regreso de Los Ángeles le conté todo lo sucedido, se puso muy triste al verme tan deprimida, me dijo que él quería que ese sábado fuera una noche perfecta para mí, aunque no fue tan perfecta si la disfrute gracias a Andrés, con el pasar del tiempo nos hemos vueltos muy buenos amigos, mi primer amigo verdadero, siempre nos divertimos mucho, salimos a cine, a comer pizza, muchas veces voy a su casa y le ayudo a realizar los deberes en su hogar, sus padres me tienen mucho cariño y salen los domingos con mi papá a jugar bolos, a papá le ha ido muy bien en su trabajo, lo han ascendido de puesto, ahora es Jefe de la primera y segunda planta del edificio, antes solo era un empleado más, Max sigue acabando con mis cosas, ya ha crecido un poco pero sin importar todos los desastres que hace en mi vida lo amo como nunca, por el contrario a Thomas y Kristina no les están funcionando las cosas muy bien, en un par de ocasiones desde mi habitación he escuchado sus peleas, Thomas termina siempre todo pidiéndole que se retire de su habitación, desde aquel concierto no he quedado con ellos en nada, ya llevan 3 meses de relación y yo 3 meses de una maravillosa amistad con Andrés, dentro de muy poco son sus cumpleaños número 17, cada vez está más guapo pero no se atreve a ligar con ninguna chica del instituto dice que no quiere atormentarse la vida, él y yo tenemos mucho en común y eso quiere decir que disfrutamos muchísimo cada vez que estamos juntos, con el pasar del tiempo mis sentimientos hacía Thomas ya han terminado, siento una inmensa tristeza en mi corazón cuando lo veo sentado en las escaleras de la puerta de su casa destrozado por alguna pelea con Kristina, parece que la quiere mucho y de alguna manera le duele cada vez que esto ocurre, en ningún momento quise que ninguno de ellos dos sintieran dolor, Kristina cada vez empeora en el instituto, quisiera ayudarla pero algo no me permite acercarme a ella, me he chocado muchas veces con Thomas en el instituto logro ver en su mirada una inmensa tristeza pero sin importarme sigo con mi camino, cada vez que Andrés pasa la tarde junto en mi casa viendo películas, Thomas prende el equipo de su cuarto con música a todo volumen, Andrés y yo muchas veces ignoramos esto, pero a veces ya no damos para más y decidimos ir a otro lugar, esta mañana Andrés me ha llamado y me da dicho que vendrá a buscarme a las 8, no me ha dicho a qué lugar iremos sólo me ha dado un par de instrucciones de cómo debo estar vestida... "Ponte un vestido elegante, unos hermosos pendientes, arregla tu cabello y por favor que no se te quede lo más hermoso, tu sonrisa", la duda me consume, quiero saber a dónde me llevara, falta poco tiempo para que mi duda quede resuelta, tomo una ducha, ya falta solo una hora para que Andrés pase por mí, me pongo un vestido largo de color azul rey que tapa mis tacones plateados brillantes, una cartera de mano plateada con algunos brillos y mi cabello suelto de medio lado, pongo un maquillaje suave y un toque de perfume, le comente a papá que no sabía a qué horas llegaría pero que después de las 12:30a.m no sería, papá le tiene mucha confianza a Andrés así que me dijo que no había problema, me dirigí a la sala y me quede esperando en los muebles, eran las 8 menos 10, estaba nerviosa y no sabía porque, a las 8 en punto unos golpes en la puerta lograron despertarme de todos mis pensamientos, abro y allí estaba Andrés con un traje negro, camisa blanca de fondo donde resaltaba una corbata negra, sus zapatos eran clásicos negros muy brillantes, estaba muy galán...

-Te ves preciosa Ali-Dijo con un gesto realmente asombrado.
-Gracias, tú también te ves precioso Andy-Dije riendo
-¿No te gusta acaso?-Dijo haciendo pucheros.
-Claro que si tonto-Dije abrazándolo.

Tomamos un taxi, pensé que en ese momento me iba a dar por enterada de a qué lugar nos dirigíamos pero Andrés seguía con su misterio, le entregó un papelito al taxista con la dirección y así este señor arrancó, Andrés me llevaba abrazada y diciéndome que esta noche seria maravillosa, yo solo reía, el taxista entro a una parte del muelle y a lo lejos pude ver un gran barco con luces que le daban un toque fantástico, había mucha gente elegante, las mujeres con sus vestidos largos hermosos y los hombres con sus trajes, no éramos los únicos jóvenes allí había gente de edades diferentes, familias enteras, ancianos, etcétera, subiendo al barco Andrés entrega dos boletas al guardia para poder pasar, cuando las puertas se abrieron yo quede realmente anonadada de lo que mis ojos estaban viendo en ese momento, habían cientos de mesas para 2, 4, 6, 8 y hasta 20 personas, todo era muy caché, había una pequeña tarima donde se encontraba una banda tocando música suave y relajante, Andrés tomó mi mano y nos dirigimos a una mesa que se encontraba muy retirada de la tarima, retiró mi silla de la mesa y me senté, luego el tomo su puesto, aún no podía creer cuando caché en este lugar, todo era maravilloso...

Un lío de amor ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora