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Despertó por el dolor de cabeza

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Despertó por el dolor de cabeza.

Cuando abrió los ojos se topó con el rostro de Shinichiro muy cerca del suyo, aún tenía rastros de pintura corrida y estaba sin camisa. Levanto la sabana que cubría sus cuerpos para salir de la cama, se encontraba en ropa interior por lo que se quedó pensando en lo que pasó ayer.

Se sonrojo y cubrió su cara avergonzada al recordar.

Habían hecho demasiadas cosas que ya no hay forma de retroceder para impedir unas cuantas.

Al cambiarse se acercó a Shinichiro para apartarle el cabello de su frente y darle un beso, susurrandole unas bonitas palabras de buenos días y que regresaría pronto; salió de la tienda de motocicletas por la puerta trasera gracias a las llaves del chico que tomó prestadas, camino directo a la farmacia más cercana. Respiro el agradable aire fresco de la mañana, acomodando la chaqueta de su no pareja en sus hombros, oliendo el aroma impregnado de gasolina y otros productos que de alguna manera le gustaban.

Entró a la farmacia pidiendo medicamentos para el dolor de cabeza y también compró un cepillo de dientes, los pagó con su dinero y apuntó de salir de la tienda se regreso.

—También me puede dar esa caja—apuntó sacando más dinero, la agradable mujer se la dio pero antes agregó un comentario.

—Sólo puedes tomar una y ten presente que no son completamente confiables por lo que pueden fallar—le informó cobrando para entregarle el cambio.

—Gracias.

Regreso con el joven que recientemente se levantaba al escucharla llegar, se asomó por el cuarto adormilado y abrazo a la chica pensando que se había ido dejándolo sólo.

—Miren quien despertó, buenos días bello durmiente—dijo acariciando la espalda del contrario en círculos—Te traje unas aspirinas para el dolor de cabeza—mencionó guiandolo de vuelta a la cama para que se sentará.

—¿A ti no de duele?—le preguntó por verla como si nunca hubiera probado el alcohol en su vida.

—Si, pero puedo soportarlo—se pasó la pastilla sin agua—Aparte estoy acostumbrada a beber por mi cuenta.

Desde que tenía quince años comenzo a consumir alcohol como si de agua se tratara, luego lo cambio por el vino y así hasta el presente, aunque ayer si le había pegado más de lo usual y con razón.

—Ni me acuerdo como llegamos—murmuro frotando sus ojos.

—Luego de que yo le diera un golpe a esa chica todos volvieron a pelear.... Se lo merecía—contó aguantando la risa—Me tuvieron que detener entre tú y Takeomi, Benkei era el único que me apoyo y hasta me dijo que le hiciera una llave o algo así.

El peli negro por un instante le dio miedo la fémina, seguro que si le hacia algo malo ella personalmente se encargaría en dejarle la cara morada como a esa chica de ayer.

𝐓𝐡𝐞 𝐤𝐢𝐧𝐠 || 𝘚𝘩𝘪𝘯𝘪𝘤𝘩𝘪𝘳𝘰 𝘚𝘢𝘯𝘰 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora