Cuando dejes de amarme ©

13. Perceptible

Capítulo corregido

Adabelle Lancaster

Los últimos días habían sido maravillosos. Poco a poco alrededor de las dos semanas que habían transcurrido había tomado la confianza para hablar también con mis amigos y con Steve.

Sentía que me habían quitado un gran peso de encima y Hades era totalmente el responsable.

No podría explicar el por qué, simplemente sucedió, tal vez fue la confianza que me dio, los sentimientos hacia él, no lo sé. Pero se lo agradecería por siempre.

Jamás olvidaré cuando Shawn escuchó mi voz por primera vez, incluso lloró emocionado y me abrazó mil veces. Clarisse y Laurel no fueron tan explosivas, pero de igual manera sentí su emoción al escucharme.

Creo que en ese punto, estaba comenzando a ser feliz otra vez.

—¿Estás segura?— asentí ante la pregunta de Shawn —James puede ser algo difícil. Ya sabes.

—No te preocupes, creo que puedo manejarlo. Además, si esta vez me pide decir su nombre, podré hacerlo sin problemas— Shawn me miró mal ante mi broma de mal gusto.

—Bueno, igual no estoy seguro de que venga. Sabes que nos comunicamos por medio de notas que dejamos cada quien cuando estamos fuera, a veces él me ignora y no se molesta en leerlas. Algunas veces habla en mi cabeza, pero su voz es lejana y tediosa, así que lo ignoro también— se encogió de hombros.

—Tranquilo, todo estará bien y si no sale, pues perdió su oportunidad.

—Entonces nos vemos mañana— asentí, se despidió y se fue a su habitación a intentar dormir.

Habíamos hecho un trato en el que él trataría de hacer que James saliera para disculparse conmigo e intentar que nos lleváramos bien. Había aceptado porque me ponía muy feliz ver la emoción en su rostro cuando decía que sí.

Así que me encontraba esperando a que James decidiera salir y convivir con una simple mortal como yo.

Un movimiento en los límites del centro llamó mi atención.

Hades.

Sonreí al reconocerlo, pero fruncí el ceño cuando lo miré acompañado de alguien. Dos personas para ser exacta.

Un hombre tan alto como él pero con cabello castaño y una mujer alta de cabello negro, no podía distinguir bien sus rostros, pero apostaría lo que fuera a que eran muy atractivos.

Fruncí el ceño al notar la postura furiosa de Hades, la mujer intentó tocarlo pero él se apartó rápidamente y se alejó de regreso, dejándolos allí. Ellos salieron poco después, aunque antes de salir, la mujer escaneó el lugar hasta dar con mi ubicación y no estaba segura, pero podría jurar que me miraba a mí y la mirada de desprecio que dio iba dirigida en mi dirección.

Aparté la mirada cuando se fueron, justo en el momento en que Shawn -o James- se sentó en la banca frente a mí. Yo me encontraba sentada en el pasto fresco.

Lo miré impasible.

—Hola gatito— sonrió con burla girándose en mi dirección. Ocupaba celosamente sólo un extremo en la banca. Note su mirada asqueada al sentarse.

—Hola— respondí escueta. Tampoco me causaba mucha confianza.

—¿Cómo estás? Además de que ya puedes hablar, claro— se burló. Idiota.

—Bien— me alejé cuando él se acercó, era extraño ver el rostro de Shawn pero saber que era alguien totalmente diferente.

—No te alejes, gatito, hoy no te voy a hacer nada. A menos que tú quieras— lo miré molesta. —Sólo bromeo, no soy fan del contacto físico con nadie, mucho menos con alguien como tú que se la vive cual campesina rodando por el pasto de aquí a allá— miró con desaprobación mi posición, abrí la boca, indignada —sin ofender, claro.