16 - "Estás preciosa"

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Capítulo 16: "Estás preciosa"

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Capítulo 16: "Estás preciosa"

Mateo y yo teníamos varios rituales. Uno de los más repetidos a lo largo de nuestra amistad era el de "pre-salidas", en el que él se probaba al menos cinco looks distintos y yo aprobaba todos, porque si algo tiene Mat es estilo. Por otro lado, yo entro en una batalla con mi ropa, porque, sí, soy la fuente de la indecisión. Cuando nací yo, la indecisión vino detrás.

Luego de hacer tantos cambios, terminé con lo más cómodo que encontré. Un top colorido de brazos descubiertos y el pecho al aire en una linda forma de corazón. El rosa y el blanco constrastaban con el negro del pantalón, que acentuaba la forma gruesa de mis piernas. Podría para todo el tráfico de la ciudad si me lo proponía.

Mi cuerpo era voluptuoso, mis piernas eran gruesas. Antes prestaba atención a las personas que criticaban mi cuerpo, pero luego de mucho tiempo, había llegado a la conclusión de que, si a mí me gustaba y al verme me sentía cómoda, era lo único que valía. Ya había dado mucho márgen a personas que no tenían porqué hablar sobre mi cuerpo.

Mateo leyó en voz alta el mensaje que había recibido de Abril hacía unos segundos:

—Cito: "esto está hasta arriba, vengan rápido o se quedan fuera". Es hora de irnos.

Le entregué el eyeliner azul y me planté frente a él, mientras me aseguraba de que Halia le había dado la dirección a Dan, y no se perdieran en medio del boulevard repleto de bares.

—Ya me lo hice —replicó, señalando su rostro. Hizo amago de devolverme el delineador, pero empujé de vuelta su mano. Señalé mis ojos.

Terminó accediendo, porque si lo hacía por mi cuenta, terminaríamos saliendo de allí a la mañana siguiente.

Salimos a la calle y dejé que el viento de la noche me envolviera en un abrazo frío. Las luces naranjas de las farolas iluminaban desde la altura las calles en un intento de imitar igualar la energía que saltaba de las risas y las voces por las calles.

***

Estaba en shock. Creo que Mat, con la mandíbula casi llegando al piso y la cerveza a medio camino entre la mesa y sus labios, también lo estaba. De vez en cuando, llegaban a través del pasillo algunas partes de las canciones que ensayaban en la sala de su apartamento, pero lo que estábamos presenciando todos en bar era algo sensacional. Se movieron con soltura sobre los haces de azul y blanco.

—¡Somos Wonderland y estaremos tocando para ustedes esta noche! —gritó Fer, mientras Abril e Isa seguían dándole unos cambios a los cables del equipo de sonido. Todos saltamos en aplausos. —Ahora, denle un fuerte aplauso, al dueño del bar... ¡Ricky!

Los vítores volvieron a llenar el local, esta vez dirigidos al hombre de barba recortada y cuerpo grande, tras la barra del bar. Una sonrisa de suficiencia se extendía en su rostro al ver a la banda en el escenario. Seguro de que había hecho una buena elección con ellos. Aparte de ser dueño del bar, nos habíamos enterado hace poco, que también era el tío de Fer; el pobre tuvo que insistirle hasta que su tío se cansó de rechazarlo y les dió una oportunidad. Y parecía muy contento con el resultado. El bar estaba a tope. Empezaba a preocuparme porque Dan se hubiera perdido en el laberinto de calles.

Las almas de Halia y MayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora