Capitulo 4

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Hoy no es viernes a diferencia de los anteriores días, es martes, un martes frío y soleado.
No me encuentro en ese deprimente cementerio como siempre que doy noticias sobre mi.

Hoy es el día con mas casualidades en mi vida, mientras me encontraba caminando perdida en mis pensamientos, vi a tu amada, paseaba de la mano con un pequeño niño castaño, no era parecido a ella, supongo que es su pequeño hijo...

Ella estab feliz, abrazaba y mimaba al pequeño, y apesar de nunca haberme llevado bien con ella no pude evitar sonreir con nostalgia, el pequeño precia un niño feliz, correteaba en los alrededores de aquel parque a unos metros de mi.

Recorde como me decias que querias casarte con ella y tener tres hijos yo seria su tia millonaria que los consentiria, quien diria que todo termino así...

El primero se llamaria como tu, ella al parecer cumplió su promesa aunque no contigo...

—¡¡Jimin!!.— puede apreciar como la voz dulce de la persona que alguna vez amaste gritaba un nombre que ya no te pertenecia, y mi pecho se sintió oprimido, la sonrisa de mi rostro se borro y recordé...
Ella alguna vez grito tu nombre de esa manera, su sonrisa fue tuya por mucho tiempo, ahora que ya no estas, ella ya no va a verte, por que duele, mi mirada no estaba firme, y la baje de inmediato, por que no resistia verla ella...me recordaba a ti...

Mi corazon ya no la odia, pero aun así ella se convirtio en un recuerdo doloroso.

Aun me pregunto como logra pronunciar aun ese nombre sin terminar en llanto, alguna vez deberia de preguntarle...

¿Realmente te amo?

No era yo la que deberia de dudar de ella, solo tu podias hacerte esa pregunta pero ya no estas aquí, y aunque estuvieras no dudarias de ella.

Realmente no se como sentirme en estos momentos, ver a alguien que significo mucho para ti, y oír tu nombre de sus labios realmente me confunde.

Era mejor que yo no estuviera ahí, asi que di media vuelta dispuesta a regresar a casa, no sin antes cumplir la meta de mi salida.

Me dirigí a paso lento a una pequeña tienda cerca de ahí, queria comprar algo para comer esta tarde, mi trabajo me a tenido ocupada toda la semana, no me ha dado tiempo de cocinar o comprar algo de comida, mis alacenas se encuentran completamente vacias.

No me culpes solo llego a mi departamento a dormir, la mitad de mi tiempo solo trabajo y duermo, no es una manera muy sana de vivir lo se... Pero es como sobrellevo todo.

Todo iba demasiado bien hasta que llegue a la pequeña tienda y lo vi, estaba en la seccion de dulces eligiendo que comprar, su ceño estaba fruncido por la concentración, sonreí por la linda imagen, ultimamente mis sonrisas son dedicadas a este chico...

Cuando camine a su lado no noto mi presencia, no entendia por que le daba demasiada importancia, tome lo que necesitaba dispuesta a pagar, pero sentí como un cuerpo se ubicaba tras de mi, sabia exactamente de quien se trataba pero no tenia por que preocuparme...

—Es todo lo que llevara.— pregunto la cajera que estaba atendiendo al parecer su atencion estaba mas en el chico tras de mi que en su trabajo.

—Si claro.— extendi mi targeta y me cobro rápidamente, lo único que quería era irme lo mas rápido posible, tenia demasiado sueño, aun estaba un poco resfriada por el viernes anterior.
Me di la vuelta para irme rápido pero mi mirada choco con la de el, no entendía por que siempre nos quedabamos viendo como dos idiotas, ¿alguna vez nos vimos así?, es claro que no.

Supuse que iba decir algo pero el grito del pequeño niño lo interrumpió....

—Tío Taehyung!!!.— el pequeño Jimin se abalanzó a los brazos de el tal Taehyung, una escena muy linda, pero eso solo me causa mas dudas
¿Acaso tenia algo que ver con Taeyon?, supongo que si, hasta sus nombres son parecidos.

¿No debia importarme cierto?

Solo me aleje y decidí regresar a casa a hundirme en mi propia soledad...















Gracias por leer.

Llanto de lluvíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora