ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪsɪᴇᴛᴇ

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Él jamás ha sido alguien de enamorarse profundamente, sentar cabeza, pensar en una persona más veces de las necesarias y, sobre todo, ninguno ha sido capaz de hacer que se pierda en las nubes. Y quizás sí, sea de esos alfas que está orgulloso de sus conquistas de una noche, aunque jamás lo exprese abiertamente, todos conocen su naturaleza coqueta, pero respetuoso. Algo que todas sus aventuras agradecen y, por esas razones, usualmente lo buscan después.

Pero en ese momento, a Noppakao se le está dificultando sacar a cierta persona de su cabeza. Cierto omega de baja estatura, cabello negro y carácter algo cambiante.

Esta cómodamente sentado en la silla giratoria de su oficina, apoyando todo su peso en el respaldo, por lo que está ligeramente recostado y con un lapicero presionando contra sus labios. La vista en el techo, entre ratos mueve su silla en círculos, dando vueltas detrás de su escritorio.

Parece que solo está aburrido, que desea que se acabe el día, pero en realidad está realmente perdido en sus pensamientos. O más bien, en el vivido recuerdo de la noche anterior y todo el asunto con Wanarat. Recapitula lo sucedido una y otra vez en su cabeza, sin embargo, siempre se topa con la misma pregunta al final: ¿Por qué no sale de su cabeza?

Bien, fue una situación inesperada y bastante divertida, al menos para él, porque obviamente War estaba sumamente avergonzado cuando recordó todo el espectáculo que hizo la noche anterior. También está seguro de que War aun siente algo de vergüenza, por su forma de reaccionar cuando le hizo ese sutil cumplido en la sala de juntas. (Por suerte Mew no notó eso, de ser así hubiera recibido un buen regaño).

Sería algo hipócrita de su parte, porque él está intentando algo con Gulf, pero ese no es el punto. Suppasit sigue siendo su jefe, por muy amigo suyo que sea, siempre ha respetado cada decisión y palabra de este, definitivamente no comenzaría a faltarle el respeto ahora.

El sonido de un par de golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos, dejó de dar vueltas en la silla y miró directamente a la entrada.

—Adelante.

La puerta se abrió inmediatamente después de su aprobación, dejando ver al último escritor que contrató. Omega, uno de los mejores en redacción que ha tenido bajo su mando.

—Khun, solo para avisar que ya he mandado la última corrección del artículo que me encargó.

—Bien, lo revisare en un momento —muró la hora en su reloj, suspirando—. Puedes irte a casa si ya has terminado con tus pendientes, te veré hasta el lunes.

El omega asintió en dirección a Kao, inmediatamente salió de la oficina.

Noppakao volvió a hundirse en el respaldo de la silla, volviendo a lanzar suspiros cargados de cansancio mental, pues esa es la única explicación probable y lógica: ¿Qué más seria? El trabajo ha estado demasiado relajado, sin preocupaciones y todo fluye a la perfección. Y como ya lo esperaba, su mente volvió a viajar al perfectamente claro recuerdo de lo sucedido anoche. Resopla entre risas, al mismo tiempo que cierra los ojos.

[Flashback]

Está bastante acostumbrado a salir entresemana a cualquier sitio, nunca ha sido de los que se quedan en casa todo el día, solamente si tiene algo muy importante que hacer es que permanece en su departamento; pero ha acabado con todos sus pendientes y los jueves siempre hay promociones en los bares que suele visitar cuando quiere pasar un buen rato. Sea solo o en compañía de alguna otra persona.

Y bueno, antes de salir de la compañía, le había llegado un mensaje de un viejo amigo... o más bien un exnovio. No sabe si el título de exnovio sea el correcto, pero aquel omega es quizás el único con quien duró más de una semana saliendo; nunca formalizaron, más el chico causó suficientes estragos en él como para no considerarlo un ex.

Leisure Fusion | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora