ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛᴇ

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La calidez que emana de sus cuerpos los llama, los llama e invita a que se acurruquen en la cama. Luego de terminar, Mew se había levantado de la cama para desechar el condón usado y al volver, se arrastró a gatas hasta llegar a la altura del pecho de Gulf. Se inclinó lentamente, depositando un suave beso justo en el centro del pecho ajeno, subió lentamente hasta sus clavículas, donde también besó. Un par de manos alcanzaron su cabeza, acariciando con ternura su cabello.

Suspirando con satisfacción, dejó caer la parte superior de su cuerpo sobre el omega. Sentía paz y felicidad. Ahí, sintiendo los latidos del corazón de Gulf, como su pecho sube y baja cada que respiraba. Ese podía ser su nuevo lugar favorito, su lugar seguro.

—¿Estás bien? —preguntó con voz suave Gulf, sus dedos acarician el suave cabello del alfa.

Mew tarareo en respuesta, asintiendo lentamente.

—Más que bien —murmuró—. Siento... paz. —Levantó un poco la cabeza, mirando en dirección el rostro de Kanawut—. Tú me das paz.

Aquel comentario claramente tuvo un efecto positivo en el omega, lo hizo notar cuando su aroma a chocolate comenzó a ser más fuerte y dulce, arrancándole una sonrisa al alfa. Ante la sonrisa, su rostro tomó un ligero color rosa, provocando esta vez una cálida risa en Mew.

—No te rías Phi —se quejó, golpeando muy suavemente la cabeza del mayor con su puño—. ¿Qué se supone que responda a eso?

—No tienes que decir nada. Con tu lenguaje corporal y aroma es más que suficiente.

Gulf murmuró por lo bajo algo que parecía decir "presumido". Pero agradecía no tener usar palabras para expresarse con él, saber que con su aroma y expresiones era suficiente, al menos por el momento; nunca ha sido bueno con las palabras, así que eso es de mucha ayuda. Alzó su cabeza lo suficiente para alcanzar a rozar la frente ajena, donde deposito un pequeño y casto beso.

El ambiente entre ellos era tranquilo, murmuraba varias cosas; cosas que en realidad nadie podía oír, pero podían sentir si prestaban la atención necesaria. Todo era alfa, omega, juntos, por fin y amor y hogar y no quiero alejarme de ti.

No dicen nada, porque en realidad no es necesario decir algo. Era un silencio cómodo y acogedor, tan perfecto para ellos.

Mew ronronea inconscientemente al sentir la cálida boca de Gulf contra la piel de su frente.

Lamentablemente esa burbuja se interrumpió por el insistente sonido del celular de Kanawut. Él ni siquiera recuerda donde lo dejó exactamente. Hace un movimiento hacia arriba, en un intento por sentarse en la cama, pero es interrumpido por Suppasit, que abrazó con ligera fuerza el cuerpo delgado, susurrándole que no se mueva, que se quede dónde está e ignore el sonido del celular.

—Es una buena idea... a menos que se trate de Bright. De ser así y no respondo, él estará saliendo de donde sea que este para venir para acá y ver si estoy bien. Entonces perderíamos toda esta privacidad, ¿Quieres eso, Phi?

El alfa gimió, haciendo una mueca por la mención del otro alfa y ante la idea de que alguien más entrara a la casa, que en ese momento se sentía como su territorio, aunque no fuera así. No quiere compartir a Gulf, al menos no en ese momento. Sus brazos se rindieron, giró para quedar acostado sobre su espalda y estirando los brazos en la cama.

Lo único que pasa por la cabeza de Gulf es que Mew está actuando bastante infantil, cosa que le parece lo más tierno y perfecto en ese momento. Que su jefe no actúe como su jefe se siente tan bien, porque eso quiere decir que Mew también se siente bien y cómodo con él. Antes de ponerse de pie deja un beso sobre los labios del mayor, riendo por lo bajo. Ya tenía la ropa interior puesta, Mew se la había pasado cuando se paró para desechar la basura del condón y su empaque.

Leisure Fusion | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora