ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

1.8K 224 22
                                    

Dejó caer su pesado cuerpo sobre su silla giratoria, suspirando pesadamente cuando Kanawut salió de la oficina. Hundido en la silla miró a los dos presentes, Kao y Mild que siguieron con la mirada al menor y mantuvieron sus ojos fijos en la puerta por unos largos segundos. Hasta que se escuchó un grito de emoción de parte de Suttinut.

—¡Es...!

—¿Lindo, hermoso, perfecto?

—¡Sí, todo eso! —dio un brinco en dirección al escritorio, golpeando la superficie plana con sus manos abiertas—. Suppasit Jongcheveevat, no me dijiste que tu asistente es así de encantador, aunque se ve muy tímido. ¿Acaso lo intimidas?

—Lo que intimida a Gulf es lo jodidamente caliente que es su jefe —interrumpió Noppakao, pasándose una mano por el cabello para acomodarlo un poco, por otra parte, Mild soltó una gran carcajada.

Mew sólo se lamentaba del momento en que se hizo amigo de esos dos, y del momento en que se le ocurrió presentarlos. Son una bomba juntos, una bomba de malos chistes y demasiado insistentes. Los aprecia, son grandes amigos y cuando se trata de trabajo ambos están centrados, pero en otras ocasiones son totalmente molestos. Hizo presión sobre el puente de su nariz, como si eso fuera a calmar la migraña que posiblemente le saldría en unos minutos.

—No intimido a Gulf —aclaró—. ¿Por qué diría que es encantador? Es mi asistente, no está aquí por ser encantador.

—Es cierto, el chico es bastante inteligente y trabajador —hablo Kao, cruzando los brazos sobre su pecho pareciendo de lo más serio, aunque solamente fue por unos segundos antes de que una sonrisa maliciosa adornara su rostro—. Aunque yo lo hubiera contratado sólo por su cara bonita.

Justo cuando Mew cree que Kao dirá algo sensato, lo único que logra es que el dolor de cabeza llegue antes. Paciencia Mew, ten paciencia, se repite una y otra vez, mientras se pone de pie, buscando entre sus bolsillos si lleva su cartera y celular con él. Al ser así, simplemente comienza su andar hacia la salida de la oficina.

—¿A dónde iremos? —pregunta Mew, dirigiéndose a Mild, quien no tardó nada en alcanzar a Mew para colgarse de su brazo con una gran sonrisa.

—¿Pagarás la comida?

—Solo la tuya.

Noppakao soltó un sonido de clara indignación, siguiéndoles el paso a los otros dos. No le sorprende la declaración de Mew, se sorprendería más si en realidad este accediera a pagar también su almuerzo. Al salir a la recepción del piso, notaron que Gulf ya no se encontraba en su escritorio, al parecer Kanawut no había desperdiciado ni un segundo para irse a tomar su merecido descanso. Eso llamó la atención de ambos alfas, debido a que eran contadas las veces que Gulf abandona su área de trabajos, normalmente prefiere pasar sus ratos libres adelantando trabajo para así reducir lo antes posible la carga; parece que hoy era distinto.

—Se ha marchado rápido —observó Mew, frunciendo ligeramente el ceño.

—Sí, pensé que tendrías que pedirle que se fuera a descansar... —comenta esta vez Kao, quien parece que se le prendió el foco, puesto que se apresuró en darle un codazo a Suppasit en las costillas, ganándose un gruñido—. ¡Ah, aún tengo que contarte el chisme del momento!

Jongcheveevat puso sus ojos en blanco, creyó que Dechaphatthanakun se había olvidado del asunto.

—No quiero escucharte.

—Pero yo sí —exclama Suttinut—. ¿Qué es? ¿De nuestro círculo social o del trabajo?

—Trabajo.

—Esos son los mejores.

Mientras ambos charlaban, Mew masajea el puente de su nariz con su mano libre (debido a que tiene a Mild colgando de su brazo derecho). Para este punto han entrado en el elevador, donde la charla entre los dos grandes amigos de Mew continua con bastante fluidez y él sólo permanece en silencio. Está pensando demasiado, los problemas en el área de publicidad lo agarraron desprevenido, jamás había tenido problemas con sus trabajadores de esa área, que suceda ahora es un golpe de mala suerte.

Leisure Fusion | MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora