Capitulo 4

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-La pulsera de la discordia-
☀ Presente y pasado

Se levantó de su cama, engañándose así mismo con que había pasado las cinco fases del duelo tan rápido como cruzó el umbral de su puerta y bajó las escaleras. Para alguien que prefería la simpleza dentro de la exactitud de los datos del todo, estaba sumergido en el río de la frustración que pronto desembocaría hacia el mar de... ¿Lamentos? Muy temprano para esa mierda.

Hablando de mierda...

Ese estado donde aún no estás despierto del otro ni dormido del otro, fue cortado al igual que su caminar al ver cómo un cuarteto de pajarracos metían el pico en las compras de ayer (que, por cierto, nadie se tomó la molestia de acomodar) haciendo añicos una parte significante de envoltorios y arruinando la fruta que allí había.

– ¡Hey! –Exclamó, llamando la atención de aquel puñado de cuervos y alertas ante su presencia– ¡Largo!

Revolotearon apenas agitó las manos cerca de ellos, teniendo sus alas sobre el rostro y redirigiéndolos de una forma torpe hacía la venta que alguien había olvidado cerrar anoche cuando se le había pedido con precisión que lo hiciera.

Esa exactitud era la que le gustaba, la de órdenes directas que eran acatadas y no las del corazón rogando que la serotonina subiera mientras que a tu cerebro le importaba un comino lo que quisieras. Su trabajo era mantener un organismo vivo, no atender las lágrimas del portador.

Dirk era del tipo de persona que hacia analogías en referente a robots o computadores consigo mismo, ya que, aparentemente, eso lo tenía a flote de vez en cuando. No cuando los terceros lo hacían en su contra, pero si cuando él se lo hacía así mismo.

Advirtió el sonido de los pasos de su hermano pequeño entrando a la cocina y entonces volvió a hablar.

– ¿Por qué no la cerraste? –Preguntó el Strider entre gruñidos al cerrar finalmente la ventana, prohibiendo el paso a los que no estuviesen invitados–. Ayer fui muy claro al pedírtelo.

Dave sacó la cabeza de los textos dentro del chat de sus amigos en Pesterchum y observó con sorpresa la obra de arte que habían hecho los cuervos al entrar.

– ¿Qué pasó?

–No cerraste la ventana –Respiró hondo para no alterar su paz tan temprano.

– ¿Quién la abrió? –Levantó una ceja. Se hacía el tonto para evitar un regaño.

–Ya no importa –Negó con la cabeza y le lanzó una manzana de las cuales fueron víctimas del crimen cometido por los pájaros y fue perfectamente atrapada–. Tu desayuno –Le señaló la fruta y Dave la analizó con cierto asco–. Tengo que irme.

– ¿En serio? –Mostró la parte hecha mierda de la manzana. Al parecer estaba mal picoteada por el ave que voló recientemente a través de su ventana. 

Su castigo sería la consecuencia de sus actos así que Dirk ni siquiera le prestó interés al tema. Así aprendería a no volver a hacerlo y obedecer. 

–En serio, si –Tomó la mochila del suelo cercano a la puerta de salida y la colocó en su hombro–. Te veo en la tarde.

Lo dejó con un desastre tras irse por aquella puerta y el pequeño Strider sólo miro el lío deseando que no hubiera una sorpresita de alguna ave por allí les haya dejado.

Entre el montón de bolsas que había en la mesa, metió la mano en busca de un desayunó no–profanado y entre ellas encontró una pequeña pulsera rosa que inmediatamente relacionó con Roxy. Tomó su teléfono y le sacó una fotografía para enviarla.

Break Up | Dirk Strider [Homestuck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora