Navidad Glacial (Especial)

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Si prestan atención a los capítulos anteriores es muy fácil descubrir quién es la madre de los niños y que pasó con Gulf
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Mew nunca fue exigente con la Navidad , generalmente solo se encargaba de encender las luces y limpiar para que pusieran el árbol, nunca ayudaba en nada, ni siquiera a poner la estrella del árbol o a colocar la corona de adviento.
Pero...
¡Gulf siempre ha sido un cabezota!
Siempre lograba desesperarle, iba de allá para acá arreglando todo, moviendo todo una y otra vez, era su primera navidad juntos pero sin duda, Mew se estaba cuestionando no volver a estar en casa hasta que las fiestas acabasen.

— ¡Mew Suppasit!— eso no presagiaba nada bueno, fingió dormir— ¡Despierta ya, maldito negro!

— ¿Sí, princesa?—

— ¡Princesa tus pelotas!— le aventó una bola de luces en la cabeza— ¡Dijiste que las desenredarías!

— Pero princesa, no se puede, es muy difícil— gruño fastidiado mientras se ponía de pie— ¿Por qué me miras así?

Gulf Kanawut se cruzó de brazos y soltó un gritito desesperado, lo más parecido a un berrinche que había visto en años pero con más gracia y dulzura

— ¡Las quemaste!— chillo frustrado— ¡Quemaste mis pinches luces navideñas!

— ¡No es cierto!—

— Préndelas...—

Mew tragó sonoramente mientras tomaba las luces y acercarse al tomacorriente más cercano, cerró los ojos y las conectó, Gulf empezó a hacer un ruidito con su zapato, tragó nuevamente y desconecto las luces.

— En mi defensa, soy ateo— dijo mientras retrocedía asustado— Los ateos no celebramos navidad

— ¿Ateo?— Gulf empezó a reír como loco— ¡Me acompañaste a misa el domingo! ¡Recibiste la hostia!

— Pero sin creer en ella...—

Mew empezó a correr por su vida mientras Gulf le tiraba todo a su paso, desde almohadas hasta lámparas.
Eran totalmente opuestos, quien los viera no sospecharía que son mejores amigos, incluso pensarían que se odian.

— Gulfy, para...—

— ¡Para tu madre, Mew!— chillo molesto— ¿Sabes lo que tuve que hacer para conseguir esas luces? ¡Eran las únicas rosadas! ¡Me pelee con Win para conseguirlas!

— ¿Peleaste con Win?—

Gulf rodó los ojos, de todo lo que había dicho solo había escuchado lo relacionado con Win, por qué se odiaban tanto.

— Sí, ahora no me habla así que pasaré las fiestas aquí— bufas frustrado— Contigo

— ¿Te molesta?—

— No lo sé, tal vez sino hubieras quemado mis luces te prepararía una rica cena...—

— Puedo conseguirte otras...—

— ¿Hoy?— Gulf soltó una risa irónica—Está nevando, Mew, incluso si quisieras salir no te dejaría

— ¿Acaso nevara todo el día?—

— Mmm...Si— Gulf adoptó una pose de diva— Mejor haz algo productivo y mira televisión

— ¿Me estás llamando inútil?—

— Quemaste unas luces led de larga duración que eran nuevas, no sé.... tú dímelo—

Mew soltó una risita mientras abrazaba a Gulf por la cintura, siempre lograba calmar a su mejor amigo de esta forma, no entendía por qué el menor se ponía tan nervioso pero siempre sacaba provecho de ello, sabía que podía pedirle lo que quisiese, incluso que saltara en una pierna y el menor lo haría, por lo cual nunca perdía oportunidad de jugar con él.

— ¿Gulf?—

— ¿Mmm sí?—

— ¿De verdad no vas a hacer una cena deliciosa?—

— Bu...bueno yo podría intentarlo sí—

— Gracias, Nong—

El rostro de Gulf se cubrió de un ligero rubor, Mew soltó una risita amistosa y lo liberó, el menor bufo y se marchó a su habitación molesto, siempre caía en los juegos del moreno, estaba harto, en algún momento estaría tan enojado que se iría, lo dejaría por siempre, no volvería jamás y se cambiaría de nombre para que así nunca pudiera encontrarle.
Lo haría...

— ¿Gulf?—

Mew tocó varias veces más pero Gulf no quiso levantarse de donde estaba para abrir la puerta.

— ¿Estás molesto?—

— No...—

— Win está abajo...—

Gulf se paró como un resorte y abrió la puerta rápidamente para ser atrapado por los brazos de un molesto moreno, había caído, de nuevo.

— Aish...—

— ¿Vemos películas?—

— ¿De qué género?—

— ¿Terror?—

— Comedia romántica— dijo sacando su disco de mujer bonita— Haré las palomitas

— Pero, Gulf...—

— Mujer bonita dije...—

Gulf bajó rápidamente las escaleras para encontrarse con el árbol encendido, lucecitas rosas lo adornaban dándole un muy bonito aspecto al blanco árbol, suspiró y buscó con la mirada a Mew.

— ¿Cómo?—

— Oh bueno, a la vecina también le agrada el color rosa—

— La vecina es una harpía—

— Tendré que limpiar su nieve un mes, pero lo vale—

— ¿Lo vale?—

Gulf sonrió enternecido mientras abrazaba suavemente a Mew.

— Cada segundo si vas a abrazarme de este modo—

Ambos sonrieron...
Gulf había perdido las esperanzas de conquistar el moreno hace más de dos años, pero no pudo evitarlo... cuando Mew le sonrió y tomó su mano para ir a la cocina no pudo negar que quizás estaba un poco más enamorado de él...
Lástima, Mew no parecía ser consciente de eso...

¡Mew eres un idiota! Finalizada....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora