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Gulf siempre pensó que las cosas sucedían por una razón, quizás no nos gustasen algunas sorpresas de la vida pero tenías que aprender a vivir con ellas.
Él no se mortifico demasiado al observar a Mew con muchas chicas, sí, lloró mucho pero en su corazón siempre guardó la esperanza de que el chico se fijaría en él y tendrían una familia juntos, no reclamó, simplemente esperó pacientemente a que sucediese y llegó un día en el que todos sus sueños se volvieron realidad, cinco pequeños niños llegaron a su vida y él no pudo ser más que feliz con todos ellos.
Amaba a Mew y amaba a sus bebés, no importa que tan molesto pudiese estar con el moreno o cuán frustrado se sintiese consigo mismo, él sabía su lugar y su deber al lado de Mew, tampoco era un chico tonto, él podía ver el amor que su esposo le profesaba en la forma en que le miraba, admite que dudó un poco, pero cuando hace no más de dos meses Mew lo hizo suyo mirándolo de esa manera que lo volvía loco, se dio cuenta de que el amor seguía ahí...

- ¿Mami?- el pequeño Ohm se aferró a su madre abrazando a sus hermanitos- T-tengo miedo...

Gulf se encargó de colocarles los chalecos salvavidas a sus niños y arroparlos junto a él, tenía un mal presentimiento y prefería mantener a sus niños seguros antes de lamentarse más tarde, los atrajo a todos hacia sí mismo y los acuno, aún era muy temprano, no daban ni las siete de la mañana.

- Yo te protegeré...-canto acariciando las frentes de sus pequeños - De tus miedos... soy tu príncipe azul, ángel del cielo, no vas a caer, hoy como ayer me vas a tener...

Fluke entreabrió sus ojitos observando a su madre cantar, él también se sabía la letra, su madre se la había cantado tantas veces antes, él solo quería estar en casa jugando con papi... ¿Por qué papi ya no les quería?
¿Era su culpa? ¿Acaso era porque le hacían muchas travesuras? ¿O porque estaba gordito? Fluke no quería llorar pero extrañaba mucho a su papi, él le acompañaba a sus prácticas de baile después de la escuela y le contaba cuentos de la princesa Gulf y el ogro Mew, él quería saber si al final la princesita se quedaba con el ogro o elegía al príncipe Jaeh.

- Mami... - el pequeño Dome se coló en sus brazos- Mami, te amo...

Una sonrisa resplandeciente alumbró el rostro del mayor mientras abrazaba a su nene, Pavel sonrió y se unió al abrazo sollozando.

- Papi...-preguntó Pavel sollozando- ¿Papi no nos quiere?

Cinco pares de ojitos miraron expectantes a Gulf, cada nene parecía tener su corazón en su mano esperando una respuesta, tiene que admitir que le dolió ver a sus criaturas de esa forma.

- Los adora, mis amores- murmuró sonriendo- Son su luz...

- ¿Mami, puede solo abrazarnos?- musito Pavel- No importa si papi no nos quiere, si mami nos ama nosotros entonces somos felices...

- Bebés, escúchenme bien, su padre les adora, a todos sin excepción-

- ¿Y al nuevo bebé, mami?- preguntó Dome con inocencia-

- A todos, los adora con su vida, no piensen ni por un segundo que no es así-

Pero como si fuera obra del cruel destino cuando iba a hablar de nuevo un fuerte ruido le interrumpió seguido de un estremecimiento que trajo abajo su equipaje, afortunadamente solo se trataba de una mochila de rilakkuma con bastante ropa que cayó al suelo haciendo más bulla que daño.

- ¿Ma-mamá?-

Ohm sujetó a Fluke impidiendo que caiga de la cama mientras los otros nenes se sujetaron del camarote, el pánico se vio reflejado en sus rostros y Gulf se obligó a no llorar del miedo.

- Estamos bien, amores- murmuró sin creérselo- Vamos a ver qué pasa ¿Está bien?

Tomó a Gun y Dome entre sus brazos, y con bastante cuidado salieron del camarote para encontrarse con un pasillo lleno de gente alterada.

¡Mew eres un idiota! Finalizada....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora