Kumamon

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Gulf tuvo que controlarse para no asesinar a Mew cuando llegaron a ese extraño parque de diversiones, afortunadamente los niños se habían quedado dormidos en el trayecto o todo se saldría de control, se aseguró de que sus hijos estén cómodos y jaló la oreja del moreno hasta que soltó un chillido de niña.

—No lo hiciste, dime que no lo hiciste

Mew saco siete pulseritas de colores de su abrigo mientras Gulf intentaba golpearse contra el parabrisas gimoteando, necesitaba un respiro, acababa de terminar sus exámenes finales, se la pasaba cocinando para los niños y lo único que necesitaba en ese momento era un respiro, no un fin de semana en Kumamonlandia con seis niños descontrolados, al menos debió decirle para prepararse mentalmente y traerse a Win consigo.

— Bien, esto es lo que haremos— dijo con el ceño fruncido— Yo me encargaré de Pavel y Fluke, y tú de los tres terremotos

— ¿Has llamado terremotos a nuestros hijos?— preguntó sorprendido mientras miraba por el retrovisor a los niños— ¿Por qué?

— Ohm es tu responsabilidad y si noto aunque sea un pequeño gesto de tristeza o incomodidad en mi copito, te juro que me voy con Win y no vuelvo, Mew Suppasit—

Tragó grueso, su hijo mayor parecía ser muy tranquilo, quizás hasta le ayude con Gun y Dome, no debía preocuparse.
Empezaron a despertarlos de a pocos, Fluke se pegó a Gulf en cuanto abrió los ojos y Pavel pareció entender todo a la perfección mientras sujetaba a su madre con una sonrisa.
Ohm abrió los ojos lentamente para observar el lugar, un oso negro enorme los recibió en la entrada y como Gulf esperaba, todo se descontrolo.

— ¿Mami, vamos por comida?— preguntó Fluke sonriendo— ¿Pizza?

— Pizza será— Gulf volteó a ver como Mew intentaba separar a Ohm de Kumamon y negó divertido— Cuidado con mis hijos, Mew Suppasit

Bien...
Eso no se lo esperaba...
Ohm era un loco fan de Kumamon, Dome no dejaba de correr de aquí para allá y Gun estaba perdido, sin duda Gulf lo mataría lentamente.
Intentó guardar la calma pero cuando todos los niños desaparecieron entró en pánico, buscó por todos lados hasta que la odiosita vocecita por el intercomunicador le informó que sus hijos estaban en el centro de control.

— ¡Sí!— gritó espantando a todo mundo— Ojalá Gulf no haya escuchado

Pero cuando llegó, Gulf estaba ahí junto a Win con los brazos cruzados y con todos los niños junto a él.

— Ohm corrió hacia kumamon y Dome se fue tras Gun... y... — Gulf suspiró decepcionado— ¿Qué hace Win aquí? Sin ofender pero hasta que te cases, no me agradas

— Bien— contestó rodando los ojos— Gulf, vamos a la tienda de anillos, nos casamos ¿Quiere ser testigo, Mew?

Gulf suspiró frustrado mientras tomaba a Ohm de la mano y se dirigían a la tienda de regalos para comprar un kumamon gigante.

— Papi, quiero ir a la montaña rusa— dijo Fluke con una sonrisa inocente— Mami dijo que tú nos llevarías

— Yo también quiero papi— chillo Pavel haciendo un baile raro—

— ¡Sí!—

Mew observó como Gulf paseaba con Ohm y Win de la mano, parecían la típica familia feliz, sintió unas ganas asesinas tremendas pero las reprimió como el buen hombre nada celoso que era.

— Bien, llamemos a su madre—

— Ni lo pienses, Mew, odio las montañas rusas—

— Gulf alguien tiene que acompañarles

¡Mew eres un idiota! Finalizada....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora