Simplemente era algo que tenía que hacer. Jazmín sabía que las nubes negras y pesadas en el horizonte indicaban que una tormenta se acercaba. sin embargo, parecían lo suficientemente lejos, como para darle el tiempo que necesitaba. Además, solo iba a navegar unos cuantos kilómetros. Aunque la tormenta llegara, estaría lo suficientemente cerca para volver al puerto. Tras colocarse los guantes, giró a Destino rumbo a las olas, las velas listas en su posición.
Por tres años había tomado la misma ruta cada que salía, guiada por el instinto y la memoria de Elena. En su imaginación estaban navegando a Europa, un lugar al cual ella siempre había soñado con ir. En ocasiones volvía de la tienda con revistas de viajes y ojeaba las fotografías mientras estaba junto a Jazmín. Quería ver todo - el famoso chateaux del Valle de Loire, el Partenón, las colinas escocesas, la Basílica - todos los lugares de los cuales leía. Sus vacaciones ideales iban desde algo ordinario a algo exótico, cambiando cada vez que compraba una nueva revista.
Pero, claro, nunca llegaron a Europa.
Era uno de los mayores arrepentimientos de Jazmín. Cuando pensaba en su vida con Elena, sabía que era la única cosa que debió hacer. Pudo haberle dado al menos eso, y pensando en el pasado, sabía que habría sido posible. Después de un par de años ahorrando, tenían más que suficiente dinero para ir, incluso habían hablado un poco de los planes, pero al final utilizaron el dinero para comprar la tienda. Cuando Elena entendió que las responsabilidades de un negocio nunca les dejarían suficiente tiempo para ir, el sueño comenzó a desvanecerse lentamente. Comenzó a llevar menos revistas de a poco. Después de un tiempo ya ni siquiera mencionaba Europa.
Sin embrago, la primer noche que sacaron a destino, supo que su sueño seguía vivo. Estaba parada en la proa, viendo al horizonte, tomada de la mano de Jazmín "Alguna vez iremos?" le había preguntado dulcemente, y era esa visión de ella la que Jazmín siempre recordaba: su cabello moviéndose con el viento, su expresión radiante y llena de esperanza. "Si" le había prometido "en cuanto tengamos el tiempo"
Menos de un año después, embarazada con su hijo, Elena había muerto en el hospital con Jazmín a su lado.
Tiempo después, cuando comenzaron los sueños, no sabía que hacer. Por un tiempo intentó alejar sus sentimientos. Más tarde, en una mañana desesperada intentó encontrar consuelo plasmando sus sentimientos en palabras. Escribió rápidamente, sin pausar, y la primera carta era de casi cinco páginas. Tomó la carta terminada cuando salió a navegar, y el leerla nuevamente le dio una idea. Debido a que las corrientes de la costa que corrían hacia el norte eventualmente se dirigían al este al unirse con las aguas frías del atlántico, con un poco de suerte, una botella podría llegar a alguna tierra lejana que Elena siempre haya querido conocer. Con su decisión tomada, selló la carta en una botella y la arrojó por la borda, con la esperanza de alguna forma estar cumpliendo la promesa que había hecho. Y esto se convirtió en una rutina.
Desde entonces había escrito dieciséis cartas, diecisiete si contaba la que llevaba con ella en ese momento. Parada en el timón, por inercia tocó la botella que llevaba dentro de su impermeable. La había escrito esta mañana con los primeros rayos de sol. El cielo comenzaba a oscurecerse, pero Jazmín continuó de frente, hacia el horizonte. Junto a ella la radio daba aviso de precaución debido a la tormenta. Tras dudarlo, la apagó y evaluó el cielo. Decidió que todavía tenía tiempo. Los vientos eran fuertes y constantes, pero aun no eran impredecibles.
Tras escribirle la carta a Elena, había escrito una segunda carta, de esa ya se había hecho cargo. Debido a esa segunda carta, sabía que debía enviarle a Elena la suya hoy mismo. Por los reportes que había escuchado, varias tormentas se estaban formando a lo largo del Atlántico lo cual no le permitiría salir en toda la semana, y eso era demasiado tiempo para esperar. Ya no estaría para entonces.
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Mensaje de Amor "Flozmin"
Lãng mạnDos corazones lastimados, una casualidad del destino, dos mujeres que aprenderán juntas que la vida te puede sorprender más de una vez siempre y cuando estés dispuesto a abrir tu corazón al amor.