Florencia si pensó en la carta mientras se desvestía y entraba en la regadera. Se encontró principalmente pensando en la mujer que había escrito la carta -Jazmín, si es que era su nombre real. Y quien, si alguien, era Elena? Su pareja o esposa, eso era obvio, pero ya no estaba presente. Habría fallecido, se preguntaba, o sucedió otra cosa que las forzó a separarse? Y por qué ponerlo en una botella y arrojarlo al mar? Todo era extraño. Sus instintos de reportera se hicieron presente, y de pronto se le cruzó la idea de que todo el asunto podría no significar nada. Podría ser alguien que quería escribir una carta de amor y no tenía a quien enviársela. Pero mientras las palabras pasaban por su cabeza nuevamente, se dio cuenta que esas ideas eran poco probables. La carta claramente venía del corazón. En todos sus años, ella jamás había recibido algo cercano a esa carta. Cómo sería esa mujer? se preguntó. Sería tan cariñosa en persona como sugería la carta?
Se quedó pensativa y mojó su cabello, las preguntas yéndose de su mente conforme el agua fría caía sobre ella. Lavó el resto de su cuerpo y finalmente salió. Observó su cuerpo en el espejo al quitarse la toalla. Nada mal para alguien de treinta con un hijo, pensó para ella. Sus pechos siempre habían sido pequeños, y aunque le había molestado de más joven, ahora le daba gusto ya que no estaban blando y caídos como los de otras mujeres. Su abdomen era plano y sus piernas largas y bien formadas por los años de ejercicio. En general, estaba satisfecha con su forma de verse el día de hoy, y le atribuyó su estado de aceptación personal al hecho de estar de vacaciones. Terminó de cambiarse eligiendo ropa ligera, en unas horas estaría caluroso y húmedo.
Afuera en el deck, Virginia había colocado el desayuno en la mesa. Tras tomar asiento, untó manteca en una tostada y tomó una de las muchas fresas que había -Virginia estaba en una de sus dietas- y ambas charlaron por un largo tiempo. Cuando Virginia subió a tomar una ducha, Florencia leyó el diario rápidamente y después revisó su reloj. Se levantó de su asiento y marcó el teléfono de Daniel. Aun era temprano allá, pero sabía que estarían despiertos, Gabriel siempre despertaba con los primeros rayos del sol. El teléfono sonó unas veces hasta que una voz contestó del otro lado -Verónica, la nueva esposa de Daniel-
-"Hola, soy Florencia. Está Gabriel?"
-"Hola, si claro. Espera un segundo y llamo"
-"Hola mamá. Cómo estás, qué tal tus vacaciones?"- Sintió una leve sensación de soledad con el sonido de su voz. Aun era aguda, como la de un pequeño, pero sabía que era cuestión de tiempo antes de que cambiara.
-"Es hermoso, aunque solo llegamos anoche. No he hecho mucho excepto correr esta mañana"
-"Había mucha gente en la playa?"
-"No, pero vi algunas llegando cuando me iba. Cómo te la estás pasando con papá?"
-"Muy bien. Hoy es su último día de trabajo y mañana nos iremos al río. Quieres hablar con el?"
-"No, está bien. Solo llamaba para decirte que la pases muy bien."
-"Va a ser genial"
-"Solo ten cuidado, si?"
-"No soy más un bebé ma'"
-"Ya se. Solo has sentir bien a tu vieja"
-"Está bien, prometo cuidarme"-Se quedó en silencio unos momentos -"Te voy a extrañar porque no tendremos teléfono. Te puedo llamar cuando regresemos?"
-Claro, me podes llamar en cualquier momento. Te amo Gabriel"
-"También te amo mamá"
Colgó el teléfono sintiéndose triste y feliz a la vez, que era como se sentía usualmente después de hablar con el cuando estaba con su padre.
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Mensaje de Amor "Flozmin"
RomantikDos corazones lastimados, una casualidad del destino, dos mujeres que aprenderán juntas que la vida te puede sorprender más de una vez siempre y cuando estés dispuesto a abrir tu corazón al amor.