CAPÍTULO 7

306 46 4
                                    


Florencia despertó temprano, como era costumbre, y se levantó de la cama para abrir la ventana. El sol de Necochea brillaba en todo su esplendor aquella mañana y abrió la puerta corrediza del balcón para ventilar el cuarto. Se dirigió al baño y entró en la regadera, pensó lo fácil que había sido llegar aquí. Hace menos de 48 horas había estado sentada con Virginia estudiando las cartas y haciendo llamadas.

El plan que había ideado durante el camino era simple. Iría a Paradiso y daría vueltas con la esperanza de ver a Jazmín. Si resultaba ser una vieja de setenta años o una niña de dieciocho, simplemente daría la vuelta y regresaría a casa. Pero si sus instintos eran correctos y resultaba ser alguien de su edad, decidió que intentaría hablar con ella. Por eso mismo se había tomado el tiempo de aprender algo sobre buceo -quería sonar como si supiera algo al respecto. Probablemente podría aprender más de ella si pudieran hablar de un tema que le interesara.

Pero después de eso? Esa era la parte que no estaba segura. No quería decirle a Jazmín toda la verdad de por qué había venido. Eso sonaría como una locura. Hola, leí tus cartas a Elena y sabiendo lo mucho que la amabas, pensé que tal vez pudieras ser la persona que he estado esperando. No, eso estaba completamente descartado, y la otra opción no parecía mejor. Hola, soy de la Prensa y encontré tus cartas. Podríamos escribir una historia sobre ti? Eso no parecía bien. Tampoco ninguna otra opción que se le cruzó por la mente. Pero no había venido hasta acá para darse por vencida. Además como Virginia había dicho, si no funcionaba, simplemente regresaría a Buenos Aires.

Tras salir del baño, se secó, colocó crema y eligió una remera blanca, shorts de mezclilla y sandalias. Quería verse de manera casual. Guardó el papel con la dirección de la tienda, tomó dos respiros y salió del cuarto.

Su primera parada fue un Kiosko para comprar un mapa y poder andar sin problemas. En las calles habían más carros y personas de las que esperaba. Paradiso estaba cerca de la playa, tras llegar a la calle que necesitaba, disminuyó la velocidad y se estacionó junto al edificio.

Bajó del auto, quitó el cabello de su rostro y caminó a la entrada. Tras respirar profundamente y ordenar sus pensamientos, entró. Caminó tranquilamente entre los pasillos haciendo su mejor esfuerzo por parecer que estaba ahí por razones ordinarias. Observaba a toda persona que se cruzaba que pareciera que trabajaba ahí. Eres Jazmín? Se preguntaba una y otra vez.

Llegó a la parte trasera de la tienda donde habían una serie de recortes de diarios y revistas enmarcados y colgados sobre los anaqueles. Tras observarlos rápidamente, se acercó a uno de ellos y de pronto se dio cuenta que se había topado con la respuesta de la primer interrogante que tenía sobre Jazmín.

Finalmente sabía como lucía.

Aparentaba estar en sus treintas, piel clara, cabello largo y colorado. Era alta y podía notarse un cuerpo tonificado. La fotografía estaba gastada por lo que no dejaba ver más detalles de su rostro.

Otro de los artículos hablaba sobre Destino. Tenía ocho fotografías tomadas de distintos ángulos. El barco, aprendió, era bastante especial y único, ya que estaba hecho completamente de madera y había sido construido originalmente en Portugal. Para cuando Jazmín Del Río lo había comprado, estaba en ruinas, y el artículo mencionaba que ella y su esposa, Elena, lo habían reconstruido. Elena. Florencia observó la fecha del artículo. Abril 2013. Por las fechas de las cartas Elena debió fallecer en un momento de ese o el siguiente año.

-"Puedo ayudarla?"-Florencia dio un pequeño salto sorprendida y giró hacia la voz detrás de ella -"Perdón, no quise asustarla"

-"No...solo estaba observando las fotografías"

-"Es una belleza, no?"

-"Quién?"

-"Destino. Jazmín -la dueña de la tienda- la reconstruyó. Es un velero hermoso"

-"Está aquí? Jazmín, quiero decir."

-No, ella está en la marina, en el club náutico. No regresará hasta más tarde. La puedo ayudar en algo? Aquí puede encontrar todo lo que necesite para bucear."

-"Gracias, solo estaba viendo realmente"

-"Bueno, pero si necesita cualquier cosa, solo dígame" -El joven se dio la vuelta para continuar sus labores, y antes de que pudiera detenerse a pensar, las palabras ya salían de su boca.

-"Dijiste que Jazmín está en el club náutico?"

El joven caminó de vuelta hasta estar a su lado -"Así es, debe estar ahí unas dos horas más. Como dije hasta más tarde volverá. Sabe donde es o necesita que le de un mensaje?"

-"No, no es tan importante. Y si, creo haber pasado la marina mientras conducía para acá"

Pasó unos minutos más pretendiendo ver productos para después salir de la tienda despidiéndose del joven. Una vez en la calle no subió al auto sino que decidió caminar hacia el lugar. Cuando llegó a la marina observó todo a su alrededor esperando poder ver a Destino. Debido a que el resto de los barcos eran blancos y Destino era completamente de madera no le tomó mucho tiempo verlo, y se dirigió a la rampa indicada.

Aunque se sentía nerviosa conforme avanzaba más, los artículos en la tienda le habían dado un par de ideas sobre que hablar. Una vez que la encontrara, simplemente le explicaría que tras leer sobre el barco, sintió curiosidad por verlo de cerca. Para entonces, claro, tendría alguna idea de como era en persona. Y después de eso....pues, ya vería.

Mientras se acercaba al barco, sin embargo, lo primero que notó es que no parecía haber nadie en el lugar. No había nadie en el barco, no había nadie en el muelle, y no parecía que alguien hubiera estado ahí en todo el día. Tras buscar alguna señal de ella, revisó el nombre en el costado del velero. Sin duda era Destino. En lugar de regresar inmediatamente a la tienda, se tomó el tiempo de admirar el barco. Era hermoso, con un color y textura único, muy diferente a los otros que se encontraban a su alrededor. De alguna manera le recordaba a los barcos piratas que se veían en las películas, y entendió el por qué habían realizado un artículo sobre el. Se preguntó que tanto habrán tenido que restaurar. La mayoría de las partes parecían ser nuevas, aunque dudaba que hubieran reemplazado toda la madera

Tras varios minutos decidió volver a Paradiso por la tarde. Era obvio que el joven de la tienda había cometido un error al darle la información. Tras una última mirada se dio la vuelta para irse, pero su mente que se encontraba pensando en todo, menos en el lugar que estaba, no notó la soga tirada en la rampa. Antes de que pudiera caer, sintió como era sostenida por unos brazos de manera firme. Tras el susto inicial, levantó su rostro encontrándose con los ojos verdes más hermosos que jamas haya visto, los cuales la observaban de manera detenida y profunda.


Jazmín....







***Cortito lo se pero bueno, ya se merecían el tan esperado encuentro.

Mensaje de Amor "Flozmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora