CAPÍTULO 25

498 51 6
                                    

Al día siguiente, Jazmín sacó a Destino a primera hora de la mañana y permaneció en el mar hasta que el sol se ocultó. Aunque Flor le había enviado un mensaje con la información de su hotel en Santiago, no la había llamado, diciéndose a ella misma que era muy noche y seguramente ya estaba dormida. Era una mentira y lo sabía muy bien, pero simplemente no tenía el ánimo de hablar con ella todavía. '

El hecho era que, simplemente no tenía el ánimo de hablar con nadie. Todavía estaba molesta por lo que había hecho, y el mejor lugar para que ella pudiera pensar las cosas era el océano, donde nadie pudiese molestarla. La mayor parte de la mañana se preguntó si Flor entendiera exactamente que tanto toda esta situación le molestaba. Seguramente no fuese así, se convenció a si misma, de otra forma no lo hubiese hecho.

Eso es, si realmente ella le importaba a Flor.

Para el momento en que las estrellas brillaban en el cielo, su enojo había comenzado a desaparecer. Mientras analizaba con más calma la situación, decidió que Javo tenía razón, como era usual. Su motivo por el cual no ir no era un reflejo tanto de ella como era un reflejo de la diferencia de sus vidas. Ella si tenía responsabilidades que no podía ignorar, y mientras continuaran viviendo separadas, cosas como esta siempre iban a surgir. Aunque no le hacía feliz, se pregunto si todas las relaciones pasarían por momentos como estos. A decir verdad, no lo sabía. La única otra relación real que había tenido fue con Elena y no era justo ni posible compararlas. Para empezar con ella estaba casada y viviendo bajo el mismo techo, de igual manera se conocían de prácticamente toda la vida, y al ser más jóvenes, no tenían las mismas responsabilidades que Flor o ella tenían ahora. Recién egresados, no tenían una casa y menos hijos por los cuales ocuparse. No, lo que ellas tenían era completamente diferente a lo que ahora tenía con Flor.

Aun así, había algo que no podía ignorar, una cosa que le molestó durante toda la tarde. Si, sabía que habían diferencias, si, sabía que no era justo compararlas, pero al final, lo que sobresalía para ella era el hecho de que jamás se cuestionó si ella y Elena eran un equipo. Nunca, ni una sola vez se cuestionó su futuro con ella, nunca se le cruzó por la mente que en algún momento ambas no estuvieran dispuestas a sacrificar todo por la otra. Incluso cuando discutían, sobre donde vivir, abrir o no la tienda, o incluso que hacer el sábado por la noche, ninguna de las dos jamás dudó de su relación. Había algo en la manera de interactuar entre las dos, algo que le recordaba que siempre iban a estar juntas.

Flor y ella, por otro lado, no tenían eso todavía.

Para cuando se ocultó el sol, se dio cuenta que no era justo pensar de esa forma. Ella y Flor se conocían por poco tiempo, era poco realista esperar que fuese así tan rápido. Con el tiempo suficiente, y las circunstancias adecuadas, ellas dos también se volverían un equipo.

No sabía muchas cosas, pero una si sabía, nunca había analizado su relación con Elena de la forma en que lo estaba haciendo con Flor, y no era justo. Además, analizar de esta forma no le iba a ayudar en este caso. Todo el análisis del mundo no iba a cambiar el hecho de que no se veían tanto como querían y necesitaban. No, lo que necesitaban ahora era acción.

Jazmín llamó a Flor tan pronto como llegó a casa por la noche.

-"Hola"-Contestó con voz de dormida

-"Hola, soy yo"-habló de manera suave en el teléfono.

-"Jazmín?"

-"Siento mucho despertarte, pero tenía varios mensajes y llamadas perdidas tuyas"

-"Me alegra que llamaras. No estaba segura que fueras a hacerlo"

-"Por un tiempo no quise hacerlo"

Mensaje de Amor "Flozmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora