2

5K 390 18
                                    

_Narra Anastasia _

Después de un duro día de trabajar en la pastelería, me dirijo a casa muy cansada. Soy Anastasia pero mis amigos me dicen solo Ani, tengo recién cumplido los dieciocho años y trabajo desde que tengo dieciséis en la pastelería, los propietarios me han acogido como si fuera parte de su familia.

Vivo sola con mi padres, mi madre nos abandono cuando yo apenas tenía siete años, lo único que recuerdo de ella es el rostro, poco a poco sus recuerdos que tenía de ella se van desvaneciendo.

No le guardo rencor pero si la extraño mucho, todo este tiempo como cualquier hijo que necesita de su madre he deseado que venga por mi aunque sólo a despedirse.

Al entrar en casa me sorprende ver a mi papá en casa y no en el casino que esta a unas pocas calles de nuestro vecindario, pero lo más extraño todavía es que se encuentre muy bien vestido.

-Hola papá. - lo ánimo con casi nada de ánimo, el trabajo hoy fue muy agotador.

- Que bueno que llegas hija, sube y ve arreglar te porque tu madre quiere verte. - mi padre se encuentra con una enorme sonrisa mientras yo estoy sin aliento , mi madre en todo este tiempo nunca volvió ni pregunto cómo me encontraban y ahora quiere verme.

El agotamiento desapareció por completo, subí las escaleras y me apresure a vestirme para poder encontrarme con mi madre, tengo tantas cosas que preguntarle.

Mientras caminaba junto a mi padre voy pensando en como respirar adecuadamente y  que los nervios que invaden mi cuerpo se calmen

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras caminaba junto a mi padre voy pensando en como respirar adecuadamente y  que los nervios que invaden mi cuerpo se calmen.

Mi papá me llevó a un lugar que a mi parecer no parece un lugar de reencuentro entre madre e hija pero las ganas de volver a verla hace que me olvide de todo lo que se encuentra a mi alrededor.

Al entrar por la puerta tracera  como dijo mi padre, el lugar se encuentra lleno de bullicio mientras las personas corren de un lugar a otro, las mujeres llevan poca ropa y la mayoría de ellas están llorando.

-Kevin. - mi padre llama a uno de los hombre que tiene un micrófono en mano y esta dirigiendo a la gente de manera apresurada.

-¿Otra vez tú? ¿y ahora a quien vas a vender? ya vendiste a tu esposa... - el hombre no sigue hablando al verme en Estado de shock y con mis ojos bien abiertos.

-Ella es mi hija

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Ella es mi hija. - mi padre me señala pero yo sigo sin poder reaccionar, no se que estoy haciendo en este lugar y doy pequeños pasos hacia tras pero mi padre me sujeta del brazo.

-Que desagradable eres para mi, te lo dice un hombre que vende mujeres en subasta pero tú, vender a tu esposa e hija, es algo repugnante, ve a cobrar tu dinero y lárgate que me enferma tenerte de frente. - no puedo creer lo que este hombre esta diciendo, todo esto parece una broma, pero mi padre da media vuelta alejándose de mi pero voy tras él.

-No trates de huir niña que el asqueroso de tu padre ya te ha vendido. - una lágrima resbala por mi rostro al ver que mi supuesto progenitor no puede ni verme a la cara.

-No voy a escapar, solo contestame... ¿Es verdad que vendiste a mi madre? - aun sin verme a los ojos él solo movió la cabeza afirmando lo que estaba preguntado, se soltó de mi agarre marchándose sin ningún remordimiento mientras me dejaba con un hombre que esta a punto de venderme.

Comprando un Ángel  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora