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El hombre al que mi padre llamó Kevin, me llevó a un escenario donde ya se encontraban más de ocho mujeres y todas llorando desconsoladamente.

Me obligo a mi misma a no llorar, el bastardo de mi padre no merece una de mis lágrimas, lo único que siento en estos momentos es odio hacia él, me engaño todo este tiempo diciendo que mi madre me había abandonado cuando él fue quien la vendió.


A medida que la noche avanza, las mujeres ban siendo vendidas, hasta que llegó mi turno, ya me encuentro resignada a la miserable vida a la que me han obligado a llevar. El miedo se apoderó de en el momento que se escucha la palabra.

-¡¡¡Vendida!!! - una empleada del local me baja del escenario para llevarme al que ahora será mi dueño, nunca me había sentido tan denigrada como en estos momento en que escuchó las instrucciones que la empleada me esta dando.

-Tienes que ser sumisa y siempre que respondas a algo tienes que decir si señor, los hombres solo comprar mujeres para tener sexo con ellas y si no le complace simplemente las eliminan, así que espero que seas muy complaciente, si no quieres morir de la peor manera posible.

Me llevó hasta donde se encuentra un auto negro estacionado y me ordena que suba en el. Ya no me queda algo en el mundo por quien luchar o algo que me motive a seguir adelante. Entre al coche y el chofer se puso en marcha, mi rostro esta viendo hacia mis pies, no quiero ver a la persona que me a comprado.

-Aquí vas a vivir desde este momento. - el hombre que va sentado a mi lado me saco de mis pensamiento pero no me había percatado que el auto se encuentra estacionado y al mirar por la ventana una mansión se ve con la luz de la Luna.

-Si señor. - aun sigo sin verlo a la cara.

-Quiero que sepas que mi jefe solo quiere tu compañia sexual. - tal y como lo dijo la mujer. - Hay un cuarto reservado para ti, el señor solo llegará  verte por las noches, entra la ama de llaves te llevará a tu habitación.

Baje como él me lo pidió y al ver como el auto se marchaba algo dentro de mi me dijo que hiciera lo mismo pero antes de poder hacerlo una señora algo mayor abrió la puerta.

-Entre señorita, su habitación ya está preparada para usted. -subimos las escaleras y me llevó a la primera habitación del pasillo, al abrir pude ver una recámara muy bonita. -  Puede decorar la a su manera si así usted lo desea, que descanse. - la señora se despidió de mi dejandome sola en este lugar.

Me quité las prendas que me había puesto para ver a mi mamá, lo que para mi serie un día inolvidable en el buen sentido, fue todo lo contrario, lo que llegue a conocer fue solo un lugar de subasta donde mi padre me fue a vender.

Comprando un Ángel  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora