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En el momento que salí de ella, la joven se dio la vuelta dándome la espalda, su acción me pareció muy extraña ya que las mujeres después de una sesión de sexo, desean estar acostadas sobre mi cuerpo, me pregunto si se debe estar haciendo la chica difícil.

Me quedé acostado junto a ella descansando, después de unos minutos, me levanto para retirarme a mi recámara, comienzo a buscar mi ropa pero en la oscuridad eso era una mala idea así que mi dirijo a buscar como encender las luces.

¡¡¡Maldición!!! Lo que ven mis ojos es totalmente preocupante, me acercó a la cama y veo una mancha de sangre en la sabana.

Una idea golpea fuerte mi cabeza al darme cuenta que esta joven era virgen, la tome por la fuerza ¿La viole? No me importa saber si era no no su primera vez, ahora entiendo porque me fue tan difícil poder estar dentro de ella.

Axel eres un estúpido, como se te pudo olvidar decirme un detalle tan importante como este. La tomó entre mis brazos y la llevó a mi habitación, no voy a dejar que duerma en una cama manchada de sangre.

No pude dormir en toda la noche y ya es la hora para que mi Secretario este en casa, estoy muy irritado por todo esto aunque sé que él no es el único culpable.

-Buenos días. - llamado por mis pensamientos, Axel entra a mi despacho.

-Me puedes explicar ¿ Porque no me informaste que era Virgen? - Axel palidece al escuchar mis primeras palabras del día.

-Porque... Esa información no me la dieron en la subasta, creo que la persona a cargo dedujo al igual que yo, que era una chica experimentada por que estaba muy Serena. - suspiro ruidosamente por esta estúpida situación.

Me ese momento me percató que Ros entra al despacho muy apresurada que ni tiempo le dio de tocar la puerta.

-Joven, la señorita tiene una fuerte fiebre y esta cubierta de sudor. -Axel me mira preocupado comprendiendo lo que esta sucediendo, las consecuencias de omitir información importante.

Salgo del despacho y camino apresuradamente hasta mi habitación, donde deje a la joven

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Salgo del despacho y camino apresuradamente hasta mi habitación, donde deje a la joven. Al entrar en la recámara me hizo sentir el hombre más desgraciado del mundo al ver como su pequeño cuerpo esta temblando a causa de la fiebre, sus ojos siguen cerrados y sus dientes tiritaban como si se encontrará en un contenedor frío.

-¿Que quiere que haga? - Rosa se escucha preocupada y no es la única que lo está.

-Por favor trata de bajar su fiebre a como de lugar. - ella asiente y se marcha a buscar toallas.

-Busca a una doctora y has que la atienda, recuerda que tiene que firmar un contrato de confidencialidad. - mi Secretario que se encontraba a mi espalda, no perdió más tiempo.

¿Porque ella no me lo dijo? ¿Porque ella no me pidió que me detuviera? Todas estas preguntas acumula más preocupación a mi persona.

Comprando un Ángel  (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora