Narrador omnisciente
La tensión era palpable y el ambiente incómodo. El Dr. Paul Horwitz los observaba incapaz de parpadear, sentado detrás de su escritorio, la similitud de estos dos hermanos era apabullante su aspecto se resumía en una palabra idénticos. Incluso la postura, la manera de sentarse, era como estar viendo doble sin embargo como un profesional en el tema, notaba la diferencia, era obvio, sino como podría llamarse psiquiatra, tenía varios libros de los cuales era el autor y había dado conferencias en diversos países del continente. Aun así, era fácil confundirse, al verlos juntos. Cualquier conato de duda se diluyo cuando uno de esos dos rostros se diferenció por esa expresión acongojada y su voz ansiosa no tardo en abrirse paso
—Dr. Paul, disculpe la molestia por mi insistencia para verlo de inmediato, sé que es difícil, pero ahora que estamos mi hermano y yo juntos, espero que pueda notar la diferencia. No, no me vea así...pidió inseguro, solo... solo obsérvenos con detenimiento, por favor —rogó Demian de forma insistente
Derek desde la silla de al lado, rodó los ojos y realizo un movimiento con la cabeza lento y pausado de un lado a otro, simulando cansancio y agobio, le dirigió una mirada corta y disimulada al Doctor de una aflicción fingida por los evidentes desvaríos de su hermano e intervino en un intento de detener todo esto. En busca de frenarlo y salir de allí.
—Dr. Horwitz, sentimos mucho interrumpirlo, sé que es un hombre muy ocupado —lo adulo. —Realizo una pausa al emitir un suspiro pesado y se justificó. —Es qué Derek realmente insistió.
El Doctor asintió con una serenidad irreconocible y dirigiéndose a Derek, —le contestó —No se preocupe Sr. Demian, es parte del trabajo.
Demian aclaro la garganta para sonar convincente, de último segundo el nerviosismo expulso ese tono suplicante
—Por favor, sé que debe notar la diferencia, mi nombre es Demian Bernal Urbizu, hasta hace unos meses cursaba mi primer semestre en la facultad de física. ¿Sí no me cree a mí? el número telefónico de algunos de mis profesores, que fueron colegas de mi padre, está en la mesa del recibidor de la casa, exíjale a mi hermano Derek que se la entregue y llámelos algunos nos conocen desde niños y ellos pueden constatar lo que le estoy diciendo. Dr. Horwitz simplemente en nuestra personalidad debe verlo, somos completamente diferentes —argumento, presa de la desesperación
El expediente de nuevo se encontraba sobre el escritorio, en ese momento el Dr. Paul tuvo la certeza de que este era otro de sus intentos desesperados por salir de allí.
Derek, chasqueo la lengua repetidamente desaprobando la actitud de su hermano y restándole credibilidad a sus palabras, intervino
—En serio Derek, otra vez con lo mismo de ser yo, y además de nuevo con los mismos argumentos gastados e inválidos. Ahora entiendo la preocupación del Dr. Paul Horwitz, respecto al agravamiento de tu estado mental —aseveró con un rostro afligido que interpretaba a la perfección.
El Doctor Paul Horwitz, se reacomodo en su silla, irguió la espalda y cuestionó a su paciente
—Recuerdas que, en nuestra última sesión, hice hincapié en la importancia de que abandones esa necedad de que eres Demian. Demian es tu hermano y lo tienes aquí, sentado a tu lado, tú eres Derek Bernal —le reitero.
—No, él es Derek —entiéndalo
El doctor recargo la espalda en su silla y entrelazando las manos sobre su abdomen. —dijo —Voy a ser muy sincero contigo y directo porque de otra forma jamás avanzaremos. —Se froto la barbilla y sin permitir que esos ojos trémulos lo afectaran puntualizó:
—He llegado a la conclusión de que tenemos dos posibles panoramas aquí: En el primero, estás empeñado en engañarme con toda esta farsa que inicio hace dos meses, de ser tu hermano, en un intento inútil por salir de aquí y sí vas por ese rumbo, te advierto que lo mejor será que pares justo ahora.
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Opuestos Idénticos
Mystery / ThrillerNo existe peor tragedia que la perdida de la libertad. No hay peor traición que la de alguien cercano a ti, aquella persona en quien confiabas ciegamente, quien creías que de todos en el mundo sería la ultima en darte la espalda y menos en mi caso m...