Pov Demian
—Hoy se cumple un año del accidente que cobro la vida de mis padres
Cuando fui capaz de pronunciar las primeras palabras, estas me sonaron estáticas, mi voz ajena a mí, como la de un extraño, de modo que hice una pausa que me brindará el valor para traer de vuelta ese día al presente y con la presión de la mirada expectante de mi psiquiatra continúe con mi narración:
—Era viernes y como todas las mañanas de días escolares, comenzó de forma ajetreada y con prisas. Estuve listo desde muy temprano, debido a que fue poco lo que la noche anterior había podido dormir, el nerviosismo latente del examen final que aplicaríamos en la segunda hora de clases, me tenía desde hace dos semanas estudiando hasta entrada la madrugada, presa de un estado latente de estrés, de esta calificación final dependía mi admisión a la Universidad y ese ensimismamiento me mantenía ajeno a mucho de lo que sucedía a mi alrededor. Llegue al desayunador cuando mi madre encendía la cafetera y colocaba los panes en la tostadora, un indicador innegable de lo temprano que era, normalmente a esa hora Derek y yo estaríamos discutiendo por quien usaría primero la ducha... pero bueno al poco tiempo él se me unió a la mesa y después de desayunar mi padre nos llevó al colegio...
Me vi obligado a pausar mi narración cuando su voz insatisfecha resonó
«—El trato fue que no omitirías nada ¿Por qué te estás saltando el incidente de la mañana?»
Resople y me talle la cara con las palmas de las manos, exasperado de no poder arrojarlo fuera, lejos de esta conversación.
—Porque no tiene relevancia, Derek, esos altercados con nuestro padre los provocabas todas las mañanas —le rebatí en voz alta, enfadado.
«—¡Oh!¡oh! ¿Me equivoco o respondiste en voz alta? ¿Quién es ahora el temperamental hermanito? Contrólate y respóndeme únicamente con la mente, no queremos que esquizofrenia o personalidades múltiples se unan a tú diagnostico ¿o sí? —puntualizo Derek con un tono divertido por mi imprudencia».
—¿Estás hablando contigo mismo? —me cuestionó el Doctor Horwitz curveando una ceja.
Derek había escuchado mi respuesta en voz alta, fue algo nuevo y sorpresivo, aunque también lo fue que minutos antes hubiera manipulado mi mente quitándome el control de mis propias palabras, él siempre había sido más sensible y habilidoso para nuestras conversaciones mentales, aunque yo siempre le dijera que era al revés, y sí habíamos abandonado esa práctica, no fue porque la considerara "rarezas infantiles de gemelos" cómo le hice creer entrando a la preparatoria, sino porque su destreza y lo mucho que su capacidad para manejar esta facultad me sobrepaso en el último año y termino provocándome temor.
Horwitz, llamo mi atención dando golpecitos insistentes con la parte posterior de su pluma fuente sobre el escritorio, subió la voz y por sí eso no fuera suficiente la forma en que sus ojos rapaces se prensaron sobre de mí, me llevaron a levantar la cara
—Derek te hice una pregunta, no te quedes con la mirada perdida a la nada concéntrate y respóndeme ¿Con quién hablabas o más bien discutías?
Eleve la mirada —¿Hablar yo? Con nadie... bueno, sí hablaba con alguien, conmigo mismo, no me preste atención, solo reflexionaba en voz alta, mejor le seguiré contando —propuse frotándome la barbilla, incomodo y preocupado de lo que ahora estuviera pensando de mi comportamiento anómalo.
—Está bien, pero te necesito aquí, no hundido en tus pensamientos, ni perdido en soliloquios donde te respondas tú solo. Estás en sesión y la conversación es conmigo ¿Entendido?
—Sí Doctor, lo siento —conteste y trague saliva. «No se dio cuenta, pensé aliviado, jamás podría deducir que hablaba con mi hermano por medio de la conexión mental que compartíamos, de todos modos, deprisa le preste atención, no fuera a ser que Derek acertará y en busca de darle sentido a este nuevo comportamiento terminará por añadir un nuevo trastorno a mi expediente».
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Opuestos Idénticos
Mystery / ThrillerNo existe peor tragedia que la perdida de la libertad. No hay peor traición que la de alguien cercano a ti, aquella persona en quien confiabas ciegamente, quien creías que de todos en el mundo sería la ultima en darte la espalda y menos en mi caso m...