Instintos.

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Había llegó a su límite, su amada compañera pilar del insecto se encontraba acorralada contra la pared de la habitación mientras, su boca era invadida por el chico de ojos azules como el mar.

No supo en que momento los haoris de ambos habían sido arrebatados, ella posó sus manos en su cuello arrebatando la liga que sostenía su cabello largó, el contrario le quitó su broche dejando libre su cabello con delicados colores púrpuras.

Sus manos estaban guiándose solas ya qué, se separó un poco para apreciar el tinte rojo en sus mejillas, estába avergonzado pero, no le importaba si iba a sucumbir al placer de nuevo.

-Kocho.

Un ronco gemido salió de sus labios hinchados, se estába perdido en la intensidad de esos ojos.

-Ara Ara Tomioka-san, pensé que no volveríamos a hacer ésto.

No dijo nada, sigo en su cometido de poner hacerla tocar las estrellas con la yema de sus dedos. Aun recordaba todo lo que había pasado antes.

Meses atrás.

Ambos se iban a separar por caminos diferentes, la ida a la montaña a ayudar a los cazadores de demonios.

-Giyuu.

Fue detenido por la voz de la chica con broche mariposa, era raro que lo llamara así sin un onorifico. Volteó a veces su rostro encontrándose con sus ojos púrpuras, su sonrisa falsa había desaparecido, pareciera que estába viendo a la Kochou de hace unos años.

-¿Me vas a explicar que pasó?

-...

Lo intentó pero, ella iba a atacarlo con un cuchillo saliendo de su talón.

-No me irrite, Pilar del Agua-sama.

-Hace mucho no me llamabas así.

Vió la vena brotar en su frente, se acercó a él a lo cual respondió caminando hacia atrás, no supo cuando llegó al tronco de un arbol y tampoco lo supo cuándo ella había clavado su espada cerca de su mejilla. Estába loca.

-Éstas rompiendo una regla muy importante Giyuu-san, tu mismo dijistes que no habría compasión. Ahora vienés con una mierda de proteger a esa demonio. Por éso, todo el mundo te odia.

Auch éso le dolió en su ego, ella se retiró del lugar brotando con un aura llena de enojó, era la primera vez que sentía que ella le importaba en lo absoluto.

Shinobu se quedó un poco sorprendida al llegar a la casa de su Patrón, Giyuu daría su vida por el chico y la demonio. Era el acto más lindo que alguién podía hacer, recordó unas palabras que le dijo cuando iba a hacer su prueba de cazadora de demonios cuando cumplió 15.

-Usa esta pulsera de mariposa hecha de la Glicina, te protegerá de los demonios. Esperó regreses con bien.

Aún en la actualidad conservaba esa pulsera, la escondía debajo de su uniforme pero cada que estaba sola en su laboratorio acariciaba los detalles en está. Pareciera que fue hecha solo para ella, pensando en ella.

-Shinobu.

Dió un pequeño salto en su silla, no sintió los pasos o algún ruido en deslizar la puerta corrediza. Al verle el rostro llenó de heridas pudo darse cuenta que le habían dado la paliza de su vida.

-Tomioka-san no te sentí. Acaso, ¿Quiéres que cure tus heridas?

Él solo asintió y se sentó en la pequeña silla que había asignado para sus pacientes, también pudo notar que su Haori estába llenó de sangre. Le ordenó quitarse el Haori para hacer un chequeo médico, al notar ligeros rasguños en su pecho no pudo evitar tragar duró.

Estába tratando se ser lo más profesional en lo que más amaba, contorneaba con cuidado al tratar las heridas, no eran tan profundas como aparentaban pero su paciencia de recorrer con sus suaves dedos el abdomen bien trabajado. Podía notar que temblaba.

-Kocho...

La jaló hacía él para poder atrapar sus labios, ella de dejó llevar por sus instintos. “A la mierda lo profesional, a la mierda su lado falso” pensaba al estar fascinada por las caderas de Giyuu invadiendo su lugar prohibido, el único inquilino que estaba siendo testigo de sus suspiros, sus gemidos, jadeos y pronunciar su nombre al sentir como le hacía el amor.

-Shinobu...

Su voz ronca la hacía estremecer, arañaba su espalda bien trabajada al sentir como rechinaba la cama de pacientes que estaba siendo manchada por su sangre y fluidos de ambos. Desde hace algún tiempo, lo amaba con locura, lo adoraba, añoraba estar entre sus brazos al menos una vez en su vida.

-Giyuu... -Se dejó ir con su orgasmo siendo intruso entre sus paredes vaginales junto al de él. Fue llenada completamente por su simiente.

Llegada la noche, la única testigo de sus instintos, ambos se encontraban cubiertos por una ligera sabana. Kocho por las ligeras caricias que recibía fue ingresada al mundo de los sueños, Giyuu se encargaría de velar sus sueños mientras memorizaba cada facción que hacía después de unos minutos la abrazo contra su pecho para dormir profundamente con ella.

No les importó por un momento sentir el calor que emanaba el contrario, no les importó al menos tocar el cielo con sus dedos estando aún en la tierra, no les importó el placer que sentían el uno por el otro. Disfrutarían de las veces que fueran necesarias ya qué, su trabajo como Hashiras era arriesgado y no sabían que les dé pararía el futuro.

Fin.

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Doy por inagurada el nuevo libro enfocado en esta shipp tan bonita para mi 🥰

Esperó les haya gustado.

Nos leemos en la próxima.

Y qué, ¿Merezco review? ♥

♥ ~ꄲꋊꏂ-ꇙꁝꄲ꓄ ꍌ꒐ꌦ꒤꒤ꇙꁝ꒐ꋊꄲ~ ❤ 🦋🌊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora