Mía.

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Giyuu estaba procesando un poco lo que le había dicho Shinobu hace unos días, la chica de 18 años lo había terminado. Sus celos eran últimamente insoportables, este se encontraba en un bar cercano a su casa con su cuñado Kyojuro.

-¿Es necesario que este contigo tomando?

-Eres mi único amigo.

-Sabés que Tsutako se molestara si llego tarde, ¿Haz intentado hablar con ella?

Giyuu se encontraba tomando de la quinta botella, estampandola de golpe, asustando a su cuñado quien ya se encontraba más preocupado. Aceptando con la pregunta del contrario.

Giyuu intentaba hablar con ella varias veces pero, lo trataba como a cualquier profesor.

Kyojuro no le quedó de otra que tomar su teléfono y llamar a cierto número, se alejó del lugar donde estaban sentados para hablar en privado, no quería que su cuñado escuchará.

-Hola... Se que es tarde pero, tienes que venir por Giyuu... Si estamos en el bar cerca de su departamento... -Pareciera que había un silencio en la llamada- Por favor te necesita... Esta bien aquí te esperamos.

Kyojuro estaba viendo como su cuñado seguia pidiendo botellas de cerveza, hasta ver que una chica de uniforme con broche de mariposa estaba llegando al rescate de su ex novio. El chico de cabello llamativo dejó la cuenta pagada y a la chica con el profesor de educación física.

Él pensó que era una alucinación al ver sus ex novia tratando de levantarlo, pasó su brazo por sus pequeños hombros para poder hacerlo caminar aunque sea despacio.

Saliendo del bar, pudo sentir una pequeña brisa de aire, dándose cuenta del perfume que usaba la chica siempre. El olor a glicinas lo hizo reaccionar un poco, caminando más rápido a su departamento el cuál, no estaba muy lejos del lugar.

Subieron por el elevador, para evitar que esté se fuera rodando por las mismas escaleras. Ella descansó un poco, bajando la guardia al sentir como su profesor la acorralaba en la esquina del elevador, besandola con mucha desesperación ayudando a subir sus piernas alrededor de su cintura.

-Giyuu...

Su súplica lo hizo excitarse, por la hora que era sabia perfectamente que sus vecinos no usaban el elevador a esa hora. Buscó sus bragas para hacerlas a un lado, sin dejar de atender sus labios empezó a tocar esa zona que perfectamente conocía, haciéndola estremecer y temblar de lo bien que lo hacía.

-Así... -Ella no podía callar, empezó a arañar por encima de su camisa deportiva, esperando a que abrirera el elevador para poder al menos desahogarse-Giyuu, estamos en el elevador.

-Espera un poco.

La bajo al sentir el paro en el elevador, jalandola para ir a la puerta de su departamento, desesperado buscando la llave pudo abrir rápido, ella sintió el jalón para seguir siendo besada. Cerrando de un portazo, ella sintió como era levantada de sus nalgas.

No supo en que momento estaba encima de él, desabrochando sus botones de su blusa escolar, rompiendo su sostén de un jalón lanzándolo lejos. Besando, jugando con sus pezones, cortonenando sus aureolas, dejando marcas en su piel pálida.

-Solo serás mía... -Susurraba al momento de acariciar por debajo de su falda- Nadie puede verte así.

En un rápido movimiento la tenía debajo de él, dándole una buena vista al momento en que se estaba des vistiendo, dejando a una chica muy sonrojada por lo sensual que se veía al estarse despojando de sus prendas de vestir.

Busco entre su buró un pequeño paquetito de metal, rompiendolo y empezando a cubrir con ese plástico.

-Espera- Ella quiso decir algo- No podemos hacerlo.

-Yo te amo.

-Yo también Giyuu- Ella acarició sus mejillas- Pero que haré si me voy a la Universidad, te enamoraras de otra.

Él se acercó para besarla tiernamente, empezando a hacer que bajará su guardia, uniéndose a ella.

-Tú entrastes a mi vida sin permiso- Empezó a moverse lentamente- Si tú quieres que me vaya contigo lo haré- Seguía con sus movimientos- Soy tuyo.

Ella se sintió aliviada, soltando unas cuantas lágrimas.

Dejándose desvestir y sucumbir a la pasión, había visto a Giyuu borracho varias veces en su vida.

Pero nunca por un corazón roto, ella se quedó dormida al terminar el acto, acariciando su pecho bien trabajo.

Su respiración le daba calma, hasta que la luz de la mañana se asomó por el departamento. Levantándose con cuidado, iba a tomar un baño, viéndose en el espejo que tenía Giyuu en la regadera los chupetones y mordidas en su cuerpo.

Pero algo en especial en su mano izquierda, un anillo tipo corona de pincesa.

Fue explicado más tarde que era su anillo de compromiso, él le iba a pedir matrimonio después de la graduación, pero con este problema lo adelantó.

Los años pasaron, Giyuu había dejado su trabajo como maestro de educación física para ser policía. Sus entrenamientos eran muy estrictos, además de que los cadetes lo odiaban.

Éso no era nuevo.

Su esposa siempre le recalcaba eso cuando eran más jóvenes.

Ahora se encontraba esperándola afuera de su trabajo de farmacología, tenía que ir por ella ya que les habían dicho que serían padres de su primer bebé.

Shinobu salía con su maletín y aún usando su bata de su trabajo, acercándose a su esposo que la esperaba con ansias.

-Hola cariño, ¿cómo te fue?

-Tenías razón, todos me odian.

Ella soltó una sutil risita.

-No es verdad cariño, yo no te odio, ni el bebé ni nuestra familia- Hablaba hasta por Shinazugawa, ya lo estaba aceptando después de años- Si lo dices por Inosuke, Zenitsu y Genya, es normal.

-Trataré de hacerles otra rutina de entrenamiento- Él acarició su pequeño vientre que se iba asomando- ¿Qué quieres cenar?

-Te haré Daikon con Salmón- Ella se veía feliz y radiante.

Después de la graduación ella se fue a vivir con él, empezando su vida como “casados”, había peleas, si.

Pero Giyuu nunca desconfío de ella, desconfiaba de los compañeros de escuela, también en sus trabajos que pasaba.

-Giyuu- Ella estaba acariciando los cabellos rebeldes de él, estaba su nariz en medio de la separación de sus senos, acariciando sus caderas y de vez en cuando su espalda y nalgas- Si no hubiera re capacitado, ¿Qué habría pasado?

-No me hubiera rendido.

Él era feliz, disfrutando de su calma junto a ella, ahora con la llegada de su primer bebé su calma estaría llena de unas cuantas olas, la paternidad lo estaba asustando.

Pero estaba preparado para lo que la vida le iba a poner en el camino como suyo.

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Regresamos a este lindo libro que tiene 4 borradores.

Inspirada por unos raps que me encontré por ahí.

Esperó les guste.

Y qué, ¿Merezco review?

♥ ~ꄲꋊꏂ-ꇙꁝꄲ꓄ ꍌ꒐ꌦ꒤꒤ꇙꁝ꒐ꋊꄲ~ ❤ 🦋🌊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora