🎀Capítulo 12🎀

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Las Camelias

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Las Camelias

Amorina dejó el collar dentro del estuche y lo guardó bajo llave dentro de un cajón del vestidor. Poco tiempo después, se encontró con el marqués y se sentó para merendar con él.

Ambos hablaron de varios temas en general, dándose cuenta de que tenían muchas cosas en común.

—¿Me acompañas mañana a llevar el dinero de lo recaudado en la exhibición al orfanato?

—¿Durante la mañana?

—No, por la tarde, ya se lo dije a la dueña que iría durante la tarde.

—No sé cómo viene mi día mañana.

—¿Acaso te quieres librar de mí? El marqués no acepta una negación.

—No me surte efecto que saques a relucir tu título conmigo.

—¿De qué manera puedo convencerte? —preguntó con interés.

—De ninguna forma, en serio, creo que es lindo que nos veamos tres días a la semana, pero por cuestiones de trabajo o que de casualidad nos encontremos en algún lado, luego de eso, no sé si convendría que nos vean juntos todos los días —emitió pensando en lo que le había dicho.

—Principalmente somos socios de la textilería, si te digo que tenemos que ir a tal parte, vas a tener que ir conmigo.

—No seas así, no quiero que los demás piensen cosas que no son ciertas. Y aparte, tu invitación no fue por algo relacionado a la fábrica.

—Lo sé. Pero me gustaría que me acompañaras.

—Debo declinar la invitación. Gracias de todas formas por pensar en mí.

—Me gustaría pasar más tiempo contigo, para saber más cosas de ti.

—Massimiliano, nos estamos conociendo, con estas reuniones y en los eventos que solemos vernos, sabemos más cosas del otro, ¿no te parece? —Lo miró con atención.

—Sí, pero nuestros encuentros son solo dentro de nuestras casas o con gente a nuestro alrededor.

Amorina se lo quedó observando con fijeza.

«¿Era su intuición o le estaba diciendo que quería tener citas con ella?», cuestionó pensando en ello.

—¿Qué me estás queriendo decir, Mass? —Se puso un poco nerviosa.

—Me gustaría que salgamos los dos solos, pero fuera de aquí, fuera de lo que estamos acostumbrados a ver.

—¿En plan de qué? —Levantó las cejas y abrió un poco más los ojos.

—En plan de conocernos más. Tengo intenciones de conocer mejor a la nieta del señor Londez. Sé que por algo mi nonna te puso en mi camino.

—Lo que estás pensando es una locura y lo sabes bien —negó con la cabeza.

Las Camelias ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora