🎀Capítulo 19🎀

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Marquesado Imperia y Savona

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Marquesado Imperia y Savona

Amorina quedó demasiado sorprendida por la declaración de Massimiliano, que la quisiera cortejar era sinónimo de algo más, algo que posiblemente ella no estuviera preparada aún. No es que tuviera miedo de los acontecimientos, tenía miedo y la ponía nerviosa la baronesa cada vez que se encontraba con ella, podía hacerle frente, podía decirle las cosas en la cara sin importar las consecuencias, pero después de todo, ella era solo una chica con dinero y una propiedad, nada más. Y un título nobiliario era un símbolo de poder ante cualquier persona.

—Estás chiflado —rio por lo bajo simulando acomodar los ramitos en la canasta.

—Ya te he dicho varias veces que tengo intenciones de salir contigo y el cortejo es una buena manera para conocernos mejor. Parece un poco anticuado, pero tengo que cumplir ciertas reglas.

—Si cumplieras ciertas reglas como vos decís, yo no estaría pisando tu residencia y mucho menos intentarías salir conmigo.

—El nuevo marqués es más flexible que los anteriores —sonrió de lado y se cruzó de brazos sobre su pecho.

—Ya veo... creo que el nuevo marqués es un inconsciente también. No mide las consecuencias.

—Si te refieres a mi padre, él ya...

Fue interrumpido por Amorina.

—No lo digo por él, a tu padre le tengo respeto y un poco de miedo también, pero tu madre me dijo lo que le tuviste que dejar claro por mí y ya entendí que acepta lo nuestro si es que pasa algo entre nosotros. Hablo de Adelaide, ella es una mujer de armas tomar, no se quedará de brazos cruzados cuando sepa que vos pretendes más que ser amigos conmigo. Ya nos lo está dejando claro con las cosas que hace y dice —le comentó frustrada—, ¿no te parece que puede llegar a lastimar a alguien más por el simple hecho de saber que miras para otro lado y no para el suyo? —cuestionó dejando la pregunta con un dejo de preocupación en su voz.

Massimiliano se acercó a ella y quedó mirándola con atención.

—Si eso intentará hacer —casi susurró las palabras y se inclinó un poco más hacia la joven—, le demostraré que conmigo no se juega, entiendo tu incertidumbre, pero te aseguro que puedo protegerte, Amorina.

—Ella tiene el derecho a estar más acá que yo, puede hacer daño a cualquiera si se lo propone, a las personas alrededor nuestro, a vos o a mí, esa mujer no le importará nada con tal de que seas para ella.

—Eso definitivamente no es amor sino posesión de alguien, como un objeto y yo, cariño, no cedo ante nadie, ni siquiera a las reglas que tiene el protocolo por mandato —su voz sonó firme y segura.

—Sé que tenés intenciones de protegerme, pero... —Amorina bajó la vista hacia el cuello de su camisa y volvió a subirla—, me parece que nos arriesgaremos demasiado.

Las Camelias ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora