Filming Love (Blam y Coopbastian boyxboy)

CAPÍTULO 19: UN NUEVO COMIENZO

N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar. Último capítulo, cuando pueda subiré el epílogo (hoy no)... Dejo las palabras emotivas para el epílogo...

Por cierto, no soy médico o fisioterapeuta para saber como son los ejercicios o lo que hay que hacer con una lesión como la que sufre Blaine. Espero que entendáis que me tome unas cuantas licencias al respecto...

CAPÍTULO 19: UN NUEVO COMIENZO

Sam no había visto a Blaine durante el resto de las vacaciones pero tenían que volver a trabajar. Sabía que el moreno había estado acudiendo a las sesiones de fisioterapia durante esas dos semanas pero que los dolores seguían. Cooper y Sebastian le habían mantenido informado.

La primera vez que los dos se cruzaron en los estudios, evitaron mirarse. El rubio se sentía desesperado, seguía amando al otro como el día en el que le confesó lo que sentía y le pidió una cita. Una lágrima cayó por su mejilla y Sebastian se acercó a él y lo abrazó.

– Te sigue amando... No te rindas... Sé que te hemos pedido demasiado desde el principio, sé que has tenido mucha paciencia con él... Sólo te pido un poco más. – El castaño susurró.

– No puedo... No... No puedo... – Evans susurró y su amigo lo volvió a abrazar.

– Sam... – Cooper se acercó a los dos que lo miraron. – Seb y yo no podemos acompañar a Blaine a la sesión de fisioterapia de hoy. Me preguntaba si tú... – El mayor se mordió el labio, sabía que estaba pidiendo demasiado.

– No... No me pidáis eso...

Finalmente, Sam acompañó a Blaine a la sesión de fisioterapia. Ninguno de los dos se sentía muy cómodo por la situación pero sabían que no tenían otra alternativa, el moreno no podía acudir solo. La sesión comenzó con el ojimiel tumbado y el rubio moviéndole las piernas. Poco a poco iba perdiendo la musculatura de la parte inferior de su cuerpo y esos ejercicios buscaban que no perdieran flexibilidad.

Llevaban varios minutos así cuando el actor soltó de repente una de las piernas y se apartó del otro como si quemara. El fisioterapeuta, un hombre de unos cuarenta años, se acercó extrañado.

– ¿Qué ocurre? – El especialista preguntó.

– Ha movido el pie. – El ojiverde explicó anonadado.

– Eso es imposible. No puede mover el cuerpo de cintura para abajo. – El mayor comentó.

– Yo lo he sentido.

– Seguro que ha sido un efecto óptico o un movimiento tuyo reflejado en su pie... Blaine a veces siente cuando lo tocan pero eso no es así, su cuerpo recuerda como sentía el contacto. Lo mismo te pasa a ti, tu mente quiere recordar como se movía.

Después de la sesión, los dos se montaron en el coche. Sam llevaría a su ex a su casa para que descansara. Por mucho que Blaine y el fisioterapeuta lo negaran, él había sentido como se movía el pie. El silencio entre ellos era incómodo pero el rubio no se atrevía a decir nada por miedo a romper a llorar.

Al llegar a su destino, se bajó para sacar la silla de ruedas del maletero y ayudar a su exnovio a sentarse en ella. Cuando se iba a levantar de nuevo tras dejar al moreno sentado en la silla de ruedas, notó que unas manos se posaban en su nuca lo bajaban hacia abajo hasta que unos labios se juntaron a los suyos. Apenas tardó un segundo en corresponder ese beso. Se sentía como si hubiera vuelto a casa después de años alejado del lugar al que pertenecía, como si llegara a un lugar cálido después de días bajo la nieve, como si encontrara agua después de horas andando por el desierto. Apoyó sus rodillas en el suelo para encontrar una mejor postura. Notó que una de las piernas del guionista se movía un poco, apenas unos centímetros, invitándolo a que se situara entre sus piernas y se acercara más. El ojiverde colocó sus manos sobre las piernas y se sintió como si estuviera en el cielo cuando sintió que las manos del otro se movían hasta acabar en sus mejillas.