CAPÍTULO 9: YA SABÍA QUE ÉSTO PASARÍA

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CAPÍTULO 9: YA SABÍA QUE ÉSTO PASARÍA

Era domingo por la mañana y Blaine y Sam acababan de despertarse desnudos, juntos en la misma cama, en casa del moreno. Los dos prepararon todo para disfrutar juntos de un buen desayuno; huevos fritos, bacon, pan tumaca*, zumo natural... Los dos sonreían y se demostraban su amor mientras cocinaban todo. Se sentaron y empezaron a comer.

– Sé que los viernes saldrás con Sebastian en vuestra noche de chicos, no quiero quitaros eso. Sin embargo, yo también quiero que guardes un momento del fin de semana para mí... – El rubio no perdió la sonrisa.

– ¡Claro! – El ojimiel asintió y agarró con fuerza la mano de su novio. – No tienes de que preocuparte, todos los fines de semana tendré un momento para que tú y yo estemos solos.

– Quiero que me reserves los desayunos de los domingos. – El actor comentó.

– ¿Qué? Pensé que querrías la noche de los sábados para tener nuestras citas. – El más bajo se extrañó y el ojiverde sonrió mientras negaba.

– Quiero el desayuno de los domingos. De esa manera me aseguro que dormiremos el sábado juntos porque sólo así podemos despertarnos para cumplir con nuestra cita. Además, para poder dormir juntos es casi aseguro que el sábado por la noche salgas conmigo, solos los dos o acompañados de amigos o familiares. No me importa mientras el desayuno de los domingos sea para nosotros solos. – El guionista se levantó para acercarse más a su pareja y se sentó sobre sus piernas.

– Eso es lo más dulce que me han dicho nunca. – Anderson besó la boca del otro.

– ¿En serio? Tengo que empezar a cuidarte como es debido, no puedo dejar que algo tan vulgar como eso sea lo más bonito que has escuchado...

El teléfono de Blaine sonó y ambos suspiraron frustrados. No era que estuvieran haciendo algo importante pero preferían estar solos y tranquilos, sin interrupciones. Aun así, el moreno decidió responder.

– Más te vale que sea importante, suricato. Te garantizo que si no lo es te quedarás sin poder complacer a tus amantes. – La voz del ojimiel era seria.

– Sólo quería informarte que anoche me acosté con Cooper...

– ¡No necesito detalles! Estaba teniendo un perfecto y maravilloso momento romántico con Sam y lo último que necesito son detalles de como mi hermano y tú os lo montáis en la cama.

El guionista puso cara de asco mientras escuchaba la sonora risa de su mejor amigo al otro lado del teléfono. Sam acariciaba la espalda de su novio con cariño.

– Tranquilo, enano – Sebastian enfatizó el apelativo que le dedicaba a su amigo. – Sólo quería decirte que puedes estar tranquilo, que no estoy enamorado de Cooper. Supuse que lo querrías saber.

– Seb... Si las cosas fueran tan fáciles, no habrías tenido dudas. Tu experimento no significa nada. Que durante el sexo no hayas notado nada raro no significa que los sentimientos no estén ahí. Si tú eres más feliz pensando eso no te sacaré de tu error.

– ¡Vamos! Hobbit, sabes que yo no me enamoro. – El castaño protestó.

– Y tú sabes que nadie está libre del amor... ¡Dímelo a mí! Yo también me engañé, también me resistí y aquí me tienes, disfrutando de las caricias del mejor hombre que jamás he conocido.

El rubio no pudo evitar besarlo. Esas palabras le habían llegado al corazón. Él quería ser el mejor hombre del mundo para Blaine, quería ser digno de su cariño.

– Gracias por el piropo, amor. Será mejor que te deje que disfrutes de tu novio antes de que Sam se ponga celoso porque me digas cosas tan bonitas... Hablamos mañana. – Smythe

Filming Love (Blam y Coopbastian boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora