CAPÍTULO 8: EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ

277 11 2
                                    

CAPÍTULO 8: EL DÍA QUE TODO CAMBIÓ

Dos semanas pasaron, dos semanas en las que Sam y Blaine pasaron muchas horas juntos. Dos semanas en las que Cooper se apoyaba en Sebastian a pesar de que luego se arrepentía. Dos semanas en las que todo parecía tranquilo.

Blaine se levantó el viernes con ganas de liberarse. Poco a poco había vuelto a la normalidad, aunque seguía extrañando a su padre, se sentía capaz de recuperar su vida. Aunque algo había cambiado, por las mañanas se despertaba en la cama de Sam o el rubio lo hacía en la suya. Después de trabajar, invitó al más alto a pasar la noche con él, pero tenía planes especiales.

El ojiverde se extrañó cuando vio que iban en dirección contraria a cualquiera de sus apartamentos, pero prefirió no preguntar nada. El moreno aparcó el coche en una calle realmente concurrida. Estaba cerca de la playa, por lo que el olor del mar era perceptible. Estaba muy iluminado a pesar de que era de noche, debido a la cantidad de tiendas, establecimientos y coches. Bajaron del vehículo y el ojimiel agarró la mano de su amante, con el objetivo de no separarse cuando se introdujeran en la multitud.

Giraron en la segunda calle a la derecha y se encontraron en una más tranquila. Parecía imposible que con sólo dar dos pasos llegaran a un sitio tan agradable. Avanzaron un poco hasta llegar a un restaurante italiano. El más bajo abrió la puerta del local y la mantuvo abierta para que su acompañante pasara primero. Evans se sintió especial, nunca nadie había tenido esos pequeños detalles con él. Además, le debía todavía una cita y parecía que había planeado una para que la disfrutaran los dos.

Un camarero vestido con pantalón y camisa negra se acercó a ellos preguntando si tenían reserva y, para sorpresa de Sam, Blaine dio su nombre. El trabajador asintió cuando encontró su nombre, cogió dos menús y caminó delante de ellos para indicarles el camino.

Los tres salieron a una terraza interior que estaba muy preparada de forma muy romántica. Sólo había mesas para dos, estaba iluminada por pequeños farolillos que colgaban sobre ellos, sujetados en la pared, ramas de árboles o columnas decoradas con hiedra que se repartían por todo el lugar de forma armoniosa. Todas las mesas tenían velas encendidas sobre ellas, además de un centro con flores, las mismas que se repartían por diversas zonas del jardín, en tonos rosas y lilas. Los manteles eran blancos y las sillas eran de madera. El camarero señaló una mesa cerca de la puerta y Blaine apartó la silla para que se sentara Sam. Después él tomó su asiento.

– ¿La mesa es de su agrado? – Preguntó el camarero y cuando recibió la confirmación les entregó la carta antes de dejarlos solos.

– Vaya, esto es muy romántico y eres todo un caballero. Debo reconocer que no me esperaba todo ésto, menos en un viernes de chicos. Se suponía que me debías una cita, pero que la preparaba yo. También se suponía que los viernes sales con Sebastian. – El rubio dijo con una sonrisa, totalmente complacido por las atenciones de su amante.

– Al final de la cita sabrás el motivo de todo esto. Sebastian puede sobrevivir sin mí un viernes. Ahora sólo disfruta.

Eligieron la cena, carpaccio y ensalada caprese de centro*. Después cada uno eligió un plato de pasta, el moreno macarrones con salsa de queso y el ojiverde Fetuccini a la marinera. Estuvieron hablando de sus infancias mientras cenaban, todo era romántico y dulce. El ojimiel agradeció mentalmente a Sebastian. Él había sido el que le había recomendado el lugar cuando le había contado lo que pretendía hacer. Aun recordaba la mirada ilusionada de Brittany, Smythe y Cooper cuando les contó sus planes y lo dispuestos que estaban todos para ayudar.

Terminaron de cenar y se dirigieron a un Karaoke que tenía vistas al mar. Se sentaron en una mesa al lado de la cristalera para ver como las olas se rompían en la arena mientras varias personas subían al escenario e interpretaban éxitos pop con más o menos talento. Después de un rato, el más bajo le dio un pico a Evans y se subió al escenario. Sam no se esperaba eso y se relajó, esperando escuchar cantar al chico que lo había enamorado. Sería la primera vez y le intrigaba saber si tenía buena voz o era un total desastre.

Filming Love (Blam y Coopbastian boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora