Filming Love (Blam y Coopbastian boyxboy)

CAPÍTULO 5: SERÁ NUESTRO SECRETO

CAPÍTULO 5: SERÁ NUESTRO SECRETO

Sebastian se quedó sin palabras cuando abrió la puerta y vio a Cooper frente a él, sosteniendo una botella de vodka en su mano derecha y una bolsa de hielo en otra.

– Blaine salió con Sam y me preguntaba si tú y yo podríamos pasar algo de tiempo juntos. – Propuso el moreno.

– Supongo que sí, no hay nada malo en estar juntos. – El ojiverde se encogió de hombros mientras volvía al sillón.

El mayor cerró la puerta y lo siguió. Smythe sacó dos vasos del mueble-bar y ambos se sentaron. Bebieron la primera copa en silencio, no sabían que decir.

– Siento lo que pasó el otro día, pensé que me entenderías pero creo que no es así. – Anderson susurró después de servirse otra bebida.

– Me gustas, eres atractivo y quiero sexo contigo. Pero tú me hablaste de tu hermano, de no perderlo y me gustaría decir que lo entiendo pero no es así. Y hoy te presentas en mi casa, cuando ni siquiera sé como has conseguido mi dirección.

– Blainy tiene una libreta llena de direcciones y números de teléfono.

– Recuérdame que lo mate por eso. – Sebastian estaba muy serio y evitaba mirar al otro.

– Si no me quieres aquí yo...

Cooper se levantó y se dirigió a la puerta. Cuando estuvo a punto de salir, escuchó al otro hablar.

– Espera. Tal vez he sido muy borde pero nunca nadie me había rechazado de esa manera.

– No te rechazo porque no me gustes. ¡Dios! Me encantas pero... Yo ya soy mayor, tengo treinta y dos años. Mi época de flirteos y sexo ocasional se ha acabado. Mucho menos con el mejor amigo de mi hermano pequeño. – El moreno volvió a sentarse al lado del otro. Ambos evitaban mirarse.

– ¿Y si no fuera amigo de Blaine?

– Ni se te ocurra alejarte de él. Squirrel necesita todo el cariño y apoyo que pueda conseguir.

– ¿Y tú?

Por primera vez se miraron a los ojos. El mayor parecía incómodo y el ojiverde estaba muy serio.

– Yo estaré bien.

– No está mal que por una vez alguien te cuide.

El castaño le quitó la copa al otro y juntó sus labios con hambre, deseo y desesperación. El ojiazul fue incapaz de resistirse a la pasión y se dejó llevar por las necesidades de su cuerpo. Sus besos eran desenfrenados y bruscos, chocando sus dientes e intentando llevar el control de la situación. Al final fue el ojiverde el que consiguió conquistar la boca del otro introduciendo su lengua. Su desesperación aumentaba junto a la temperatura del lugar. Un gemido se escapó de los labios del mayor excitando más al otro.

– Esto es un error. – Susurró Anderson.

– Deja de pensar en las consecuencias y disfruta.

Cooper iba a protestar cuando sintió unas manos colándose por dentro de su pantalón para masajear sus glúteos. Cualquier resto de cordura que le quedase desapareció en ese instante. El deseo se apoderó de él y agarró a Smythe para acercarlo más a él, de manera que no quedaba espacio entre ellos. Volvieron a besarse de manera más salvaje que la vez anterior. El moreno empujó el cuerpo de su amante para tumbarlo y quedar él arriba.

Las manos del ojiazul comenzaron la tarea de desnudar a Sebastian. La primera prenda de la que se deshizo fue la camiseta, dejando el pecho del castaño desnudo. El mayor abandonó la boca de su compañero para centrarse en su cuello, sin importar si dejaba marcas. El castaño disfrutaba del tacto de los labios ajenos.