La Mestiza

Cinco

Era temprano. El día resplandecía y el color amarillo de las hojas de los árboles, adquiría una intensidad difícil de soportar. Minte podía mirar el bosque desde su balcón sin experimentar ese efecto. Desde hacían diez años que para ella todo era un permanente ocaso. Gustaba de los vestidos blancos porque podía diferenciarlos de otros con colores que se confundían con el rojo, rosa y naranja. Esa mañana llevaba uno así con un faldón muy amplio. Descalza salió al jardín y se quedó viendo los ojos de su padre que saco del sótano. Tendida, boca a bajo, en la hierba la encontró Kurapika. Se suponía que se verían allí para seguir con el asunto del Nen.

-A veces, cuando la soledad me muerde, saco los ojos de mi padre y me quedo viéndolos un rato- le dijo Minte sin mirarlo y como si hubiera acabado de salir de un sueño- ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Sí, claro...

-¿Cómo era la vida en la tribu Kuruta?

Los ojos de Kurapika se abrieron un poco al oír esa pregunta. Hace mucho que no pensaba en su vida con su gente, amigos y familia. Sabía que muchas cosas habían sucedido antes de la masacre. Cosas buenas. Pero le eran tan remotas y lejanas que en ese instante se le hicieron como un sueño. El rostro de su madre, de su padre, de su abuelo, de su mejor amigo y las otras personas, sus ropas, sus costumbres no eran más que un recuerdo borroso y pintado de escarlata.

-Primero ¿Puedes decirme que aprendiste ayer?- le preguntó sonriendo afable, pero solo estaba buscando ganar tiempo.

Minte se sentó a lo jefe indio y puso su mano sobre los Ojos Rojos.

-Que después de lograr liberar mi aura debo controlarla mediante cuatro técnicas que son :Ten, Zetsu, Ren y Hachu...

-Hatsu- corrigió Kurapika.

-Si eso. Ten es como mantenemos el aura al interior de nuestros cuerpos, ayudando a fortalecerlo, si es que entendí bien- continúo Minte con un tono ingenuo- Zetsu es la técnica que nos permite detener el aura. Ren es todo lo contrario al Ten. Con esta técnica es posible hacer fluir más aura. Y Hatsu es la aplicación para dar uso al Nen, mediante el talento con el que nacimos... Hay solo seis tipos de talento: intensificación, emisión ,
transformación, manipulación, materialización y la especialización ¿Aprobé el exámen sorpresa, maestro?

-Lo explicaste de una forma bastante simple, pero has aprobado el exámen- le contestó Kurapika cerrando los ojos lentamente- Apostaría que pertenece al estilo de la intensificación- pensó- Es hora de que comencemos...

-¿Qué? ¿Y qué hay de mi pregunta?-le cuestionó Minte.

-No recuerdo haber dicho que si respondías correctamente yo contesteria tu pregunta, Minte-le dijo Kurapika y esbozo una sonrisa, por primera vez genuinamente gentil y divertida.

La muchacha se cruzó de brazos y movió la cabeza aún costado, respingando la nariz.

-Definitivamente pertenece a la intensificación-pensó Kurapika.

El tiempo apremiaba. Kurapika no podía darse el lujo de perderlo. Tenía sólo una semana para instruir a Minte. Su trabajo para la familia Nostrade lo estaba obligando a volver. Por esta razón optó por forzar al aura, de la muchacha, a salir. Le dió una breve explicación del asunto a Minte y ella estuvo de acuerdo en ensayar ese método. A medio día, cuando el sol estaba en lo más alto, Kurapika le pidió a la mujer que se parara delante de él,para enviarle su aura.

-¿Por qué me estás empujando?- le preguntó Minte cuando él levantó la mano detrás de ella.

-Eso que sientes es mi aura- le explicó Kurapika- Tienes una percepción muy buena, Minte. Muy bien...¿Estas lista?- le preguntó y ella asintió con la cabeza.