Capítulo 11. Desconexión.

29 7 0
                                    

Qué extraña es la vida, ¿no lo creen? Hay demasiadas personas ahí afuera que secretamente gustan de alguien, y del mismo modo; hay demasiadas personas ahí afuera que no tienen idea de que secretamente alguien gusta de ellos.

En ese momento yo me encontraba atrapada entre esos dos grupos. Por un lado, Jimin era la persona de quien secretamente estaba enamorada, y a su vez, yo era la persona de la que secretamente se había enamorado Do-Yeon.

Era cierto que mi inexistente relación con Jimin no tenía ni una pizca de probabilidad, sin embargo, uno no decide a quién deja entrar en su corazón, creo que eso es algo que simplemente sucede; sin previo aviso y sin invitación.

-Bueno, durante todo este tiempo que he convivido contigo me he dado cuenta de que eres una persona increíble. Eres inteligente y divertido, tienes muchas cualidades que se pueden admirar y sé que eres alguien con quien cualquier chica estaría encantada de estar; sin embargo, creo que esa persona no soy yo. - respondí cuando por fin logré juntar el valor. - No quiero volverlo incómodo ni tampoco quiero que creas que no valoro lo que sientes por mí, pero, en este momento no siento lo mismo que tú, y no creo que sea justo para ti estar al lado de alguien que no te puede dar lo que realmente mereces recibir.

Se quedó en silencio por un momento mientras continuaba observando sus manos. Y de repente dijo:

-Esta bien, no te preocupes Nina, de verdad entiendo tu situación y aprecio mucho tus palabras. Solo quería intentar decírtelo, ya que, el que no arriesga no gana, ¿cierto? - respondió entre risas. - Afortunadamente mi departamento esta listo desde hace unos días, pero no quería mudarme hasta que supiera lo que tú sentías por mí, así que considero que ya es tiempo de que vuelva a mi propia casa. -concluyó por fin.

Fue entonces como Do-Yeon decidió mudarse al día siguiente. Sin embargo, en esa noche de confesiones nos prometimos que no cambiaríamos nuestra forma de ser el uno con el otro, aunque sabíamos que al principio podría ser incómodo, estábamos seguros de que en algún momento lograríamos superar esto.

A partir del día siguiente, comencé a tomar el autobús para ir al trabajo, ya que el departamento de Do-Yeon quedaba en la dirección opuesta y habría sido demasiado exagerado pedirle que pasara todos los días por mí, aunque él ya se había ofrecido.

Y así pasaron un par de semanas...
Misteriosamente Jimin y yo comenzábamos a llevarnos cada día mucho mejor a partir de aquel momento.
Sentíamos la confianza de hacernos cumplidos o decirnos bromas de vez en cuando sin que ninguno sobrepasara los límites de respeto necesarios. No obstante, habíamos decidido dejar los honoríficos de lado y hablarnos con confianza por decisión unánime, obviamente sin que los superiores supieran ya que me podían reprender.

Ese día, terminando la clase me invitaron a cenar a su casa por primera vez, si bien parecía un movimiento bastante peligroso, estaba dispuesta a correr ese riesgo.

Llegue a la dirección que me enviaron, eran aproximadamente las 7 de la tarde.
Cuando me pare en frente de su puerta una inevitable sonrisa comenzaba a invadir mi rostro. Tal vez ese momento era aún más irreal que todo lo que me había sucedido antes, pero como ya existía una linda relación de confianza con cada uno de ellos procedí a tocar el timbre por fin.

-Hola, ¡bienvenida! -respondió J-Hope al abrir la puerta acompañado de esa enorme sonrisa que lo hace parecer un sol.

Me acompañó hasta el comedor donde estaban el resto de los miembros y, no sé cómo describir lo que sentí al verlos sentados a la mesa todos juntos.
Vestían ropas casuales, entre pans y sudaderas de diferentes colores. Su cabello no estaba demasiado arreglado y tampoco traían maquillaje.
Eran personas igual de reales que yo, pero viviendo todas juntas dentro de un mismo departamento extremadamente lujoso.

Prepararon costillas de cerdo en BBQ y muchos otros acompañamientos.
Tae y RM eran los que nos estaban sirviendo.
Pasamos una tarde súper agradable ese día, comimos, reímos, practicamos coreografías juntos donde todos terminaban riéndose de mí debido a mi terrible capacidad para bailar. Fue una noche mágica, me sentía tan cerca de ellos tal como si los hubiese conocido de toda la vida.

Al cabo de unas horas, cuando casi todos terminamos de cenar me percaté de que Jimin apenas y había tocado la comida, por lo que me atreví a preguntar si no le había gustado.

-Sí, esta bastante rica. -me respondió mientras esquivaba mi mirada. -Si me disculpas, voy a ir al baño un momento. -me dijo de manera respetuosa y procedió a marcharse.

-Jimin decidió comenzar a someterse a una nueva dieta. -me dijo Jin en secreto. -Así que no le tomes demasiada importancia, de cualquier modo él no va a decírtelo ya que esos suelen ser temas demasiado sensibles para él.

Por fin pude comprender un poco, pero al mismo tiempo me encontraba algo confundida. No estaba segura qué es lo que tenía de malo iniciar una dieta, y aún más, no tenía idea del por qué Jimin había decidido hacerla, ya que para mí tenía las proporciones corporales perfectas así que no necesitaba disminuir su peso.

Cuando Jimin regresó creí imprudentemente necesario preguntarle si había comenzado a hacer alguna dieta y cuál era la razón por la cuál decidió hacerla. Sabía que posiblemente era una mala idea, pero aún así hubo algo que inconscientemente me llevó a hacerlo.

-Bueno, sí decidí iniciar una nueva, pero eso es porque no solo soy uno de los bailarines principales del grupo, sino que también soy el único miembro que realiza danza contemporánea, así que mis movimientos se vuelven aparentemente más limpios y fáciles de realizar cuando tengo menos peso. - respondió.

-Ohhh, no tenía idea, pero ahora que lo dices tiene demasiado sentido. - le respondí sonriendo. -Personalmente, no creo que tú necesites disminuir tu peso ya que tu cuerpo me parece perfecto, pero...

Un momento, ¿le dije "perfecto"?
No sé que fue lo que comí pero comencé a decir cosas sin pensarlas 2 veces, así que rápidamente lo intenté disimular.

-Es decir, no soy profesional en el tema, pero a mi punto de vista te ves bien. Así que mejor ignora lo que dije, tú eres el que sabe. - agregué, un poco nerviosa mientras comenzaba a ponerme roja.

Inevitablemente Jimin comenzó a reírse y me dijo "gracias por tratar de hacerme sentir mejor".

No sé si se percataría de que Jin me lo contó, pero de alguna manera, en ese momento, mi imprudencia tuvo un buen resultado...

Si tú esperas por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora