Capítulo 29. ¿Luz roja?

22 4 1
                                    

Al salir del trabajo le pedí a Do-Yeon que me acompañara a firmar el contrato del departamento, así que nos fuimos directamente para allá.

-¿Tanta prisa tienes por mudarte? -me dijo en cuanto llegamos.

-La verdad sí. -le respondí. -pero no por ti, sino que realmente desde hace tiempo deseaba tener mi propio departamento.

-Aún así me parece cruel, pero está bien. -me dijo entre risas.

-Sabes que te agradezco muchísimo tu ayuda, así que un día de estos te invitaré a comer para compensarte, ¿qué te parece? - le respondí.

-Trato hecho, pero yo decidiré cuándo, ¿entendido?

-Esta bien, estoy de acuerdo. -respondí al final y seguido de eso nos bajamos del auto.

Cuando entramos, volví a observar todo el departamento y concluí en que era demasiado bonito y perfecto para mí. Ya se encontraba amueblado, así que literalmente me era posible mudarme esa misma noche, pero no quería actuar de forma tan apresurada, por lo tanto, le comenté a Do-Yeon que lo haría al día siguiente por la mañana.

Firmé el contrato y pagué el depósito, entonces me entregaron mis comprobantes y nos marchamos de vuelta a casa.

-¡Estoy tan feliz! Ya quiero que sea mañana. - le dije.

-Ya basta o me pondré triste. -respondió. -no porque te vaya a extrañar, sino porque tendré que volver a comprar comida rápida para el desayuno.- dijo y comenzó a reírse.

Le lancé una mirada de molestia en broma y después de eso llegamos a la casa.

Me fui directamente a mi habitación a ordenar todas mis cosas para el día siguiente, y como ya era bastante tarde me acosté en la terriblemente incómoda colchoneta que tenía y me dispuse a dormir...

Habían pasado unos cuantos minutos cuando unas locas y fantasiosas ideas volvieron a surgir.

No estaba segura qué es lo que pasaría al día siguiente o qué es lo que haríamos estando Jimin y yo juntos ahí, pero no podía dejar de sonreír.

Sin embargo, de un momento a otro, un pensamiento negativo llegó a mi mente a querer derrumbarlo todo.

-Espera un momento... ¿por qué todo ha ido tan bien hasta ahora?, es decir, está siendo demasiado fácil y perfecto que me asusta. -me dije a mí misma en voz alta.

Se supone que nunca antes había tenido novia ninguno de los miembros porque era demasiado "arriesgado", pero, ¿por qué era algo tan sencillo para Jimin y para mí?

¿Realmente era yo su primer novia?, ¿porque los chicos apoyaban tanto nuestra relación?,¿tan enamorado estaba de mí que decidió aferrarse?

A pesar de que podría ser porque de verdad llegó a gustarles demasiado mi personalidad y algunos de mis talentos (como ellos dijeron), aún así creo que había algo más que resultaba bastante extraño, e inevitablemente, justo en ese momento lo había comenzado a notar...

Estuve a punto de empezar a inventarme millones de escenarios catastróficos y teorías conspirativas cuando decidí detenerme e ignorar esos pensamientos negativos que habían venido a confundir mi mente.

-Esta bien, déjalo Nina. Sólo debes concentrarte en el presente. -me respondí de nuevo unos minutos después y volví a cerrar mis ojos e intentar dormir.

Solemos tener una gran imaginación para las cosas que nos afectan, y es por eso que muchas veces sufrimos demasiado por aquellas situaciones que aún no suceden o que no son realmente como nosotros pensamos.
Por lo tanto, es mejor soltar esos pensamientos y concentrarnos en el presente, esperando siempre lo mejor, y lo mejor vendrá.

A la mañana siguiente sonó mi despertador a la misma hora de siempre, 8:00 a.m.
Me levanté de prisa, me metí a bañar, después me cambié y me maquillé un poco.
Lo hice tan rápido que estaba lista a las 8:40 a.m, prácticamente había sido un récord.

Do-Yeon siempre se encontraba listo a esa hora ya que él no necesitaba maquillarse, entonces subimos mis maletas a su auto y nos fuimos directamente a mi nuevo departamento.

Al llegar ahí bajamos las cosas y Do-Yeon me ayudó a colgar algunos abrigos en el armario y a organizar los pocos muebles que tenía.
Por lo que terminamos bastante temprano, al rededor de las 10:00 a.m.

En ese momento ya teníamos bastante hambre así que Do-Yeon compró unos ramen en una tienda que se encontraba cerca y decidimos comer en el departamento por primera vez.

-Muchas gracias por tu ayuda y por la comida, de verdad eres un gran amigo. -le dije alegremente.

-No hay de qué. -respondió. -Pero recuerda que aún me debes una comida. Espero que no se te olvide.

-Por su puesto que no, lo tengo muy presente. -le dije. -así que en cualquier día de esta semana te invitaré a comer lo que tú quieras.

-¿Lo que yo quiera?, entonces pediré algo muy caro. -me dijo mientras se reía.

-Bueno, recuerda que acabo de hacer un pago demasiado grande, así que por favor ten piedad de mí. -le respondí entre risas.

Se llegaron las 12:00 de medio día y Do-Yeon tenía que irse a la empresa a organizar unos papeles. Era Sábado, así que no tendría que trabajar, pero igual tenía otras responsabilidades que atender.

Cuando Do-Yeon se fue decidí ir a tirar la evidencia de nuestra comida y a limpiar todo una vez más.
Después de eso, recurrí a mi armario para elegir lo mejor que tenía ya que en unas pocas horas llegaría Jimin a mi casa.

Cuando de pronto me doy cuenta de que tenía exactamente 43% de batería, entonces comencé a buscar mi cargador, pero, para mi buena suerte, lo había dejado en casa de Do-Yeon, la cual se encontraba bastante lejos, así que no iba a ir por él hasta allá.

Por lo tanto, rápidamente le envié la dirección de mi departamento a Jimin y después volví a poner toda mi atención en la decisión más importante del momento... el atuendo de hoy.

La mayoría de mi ropa ya la había utilizado bastantes veces en la empresa, por lo que me sentía un poco frustrada, pero entonces recordé que hace un tiempo me había comprado un lindo vestido negro que jamás me había puesto, así que, inmediatamente corrí a buscarlo, y cuando lo encontré me di cuenta de que era perfecto para la ocasión.

Era de una tela relativamente delgada, bastante sencilla. Lo combiné con una chaqueta tipo cuero color café claro y unas botas negras de agujetas. La verdad se veía bastante bien, ya que después lo complementé con algunos accesorios y todo quedó perfecto.

Había pasado muy rápido el tiempo, ya restaba tan solo una hora para que Jimin llegara, así que, con bastantes nervios, emoción y alegría, me senté en la sala a esperar.

Y cuando menos me di cuenta, ya eran las 3 con cinco minutos cuando de repente alguien tocó a mi puerta...

Si tú esperas por mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora