Si tú esperas por mí.

Capítulo 37. Caída libre.

Eran las 7 de la mañana del día siguiente cuando me despierta el sonido de mi celular, no era el sonido de la alarma, sino el de una llamada.

Tuve que levantarme de la cama ya que lo había dejado en el escritorio, y cuando vi el nombre del contacto me di cuenta de que se trataba de Jimin.

-¿Bueno? - respondí confundida, ya que jamás me había llamado a esa hora.

-¿Te desperté? -me preguntó un poco preocupado ya que mi tono de voz me delataba.

-No, descuida. ¿Qué pasó?, ¿estás bien?

-Sí, estoy bien. Disculpa por llamarte tan temprano, es que quise aprovechar la hora del desayuno para hablar contigo en caso de que no pueda llamarte después. -me dijo.

¿Cómo podía ser siempre tan dulce y considerado? Esas pequeñas pero sinceras palabras me hicieron sonreír tontamente mientras sostenía el celular.

-Pues... me encantaría hablar contigo durante toda la hora, pero no quiero que vayas a saltarte el desayuno por estar al teléfono.

-No, de hecho solo voy a tomar un jugo verde por ahora y comeré más tarde que regrese a la empresa, así que no tienes de que preocuparte.

-¡Ah, muy bien! Entonces soy toda tuya. - contesté, refiriéndome a que permanecería en la llamada todo el tiempo que él quisiera, pero también lo dije porque sabía que ese era el momento perfecto para cobrar venganza a pesar de que sinceramente no tenía el valor de llegar más lejos, pero por primera vez en mi vida quise intentarlo.

-Si ese es el caso... ¿podemos vernos esta noche en tu casa? - contestó, aprovechando la oportunidad, justo como esperaba.

"No flaquees Nina, tú también puedes hacerlo" me dije a mi misma antes de responder.

-Me parece bien -respondí con serenidad. -entonces dejaré preparada la cama para cuando llegues. -agregué con audacia mientras la rojez invadía mi rostro.
Quería saber qué es lo que respondería al ver mi disponibilidad ante algo como eso.

No pudo evitar soltar unas risitas nerviosas al escuchar mi comentario, y entonces me preguntó -Nina, ¿estás hablando enserio?

-Por supuesto, me imagino que llegarás cansado así que puedes aprovechar para dormir un rato. -respondí a propósito, como si mis intenciones fueran puras e inocentes, y al mismo tiempo, para hacerle creer que era su mente la que le estaba jugando una broma.

-Ahhh entiendo. -me dijo mientras se reía nervioso. -¿entonces era solo por eso?

-Así es, ¿o qué pensabas? -pregunté.

-Bueno, si te soy sincero... -respondió, pero en ese momento alguien dijo su nombre y tocó su puerta.

-Espera, alguien toca. Dame un momento. -y en seguida contestó "puede pasar" a la persona que se encontraba detrás.

-Disculpe, ¿está ocupado? -le preguntó la voz de una mujer que de seguro era miembro del staff.

-Am... no, ¿qué se le ofrece? - respondió Jimin.

-Es que las chicas de maquillaje y peinado ya están aquí, así que si puede salir ahora estaría excelente. -le dijo amablemente.

-Esta bien, en seguida voy, muchas gracias. -contestó y de nuevo se escuchó el sonido de la puerta.

-No puede ser, arruinaron nuestro momento. Tengo que ir a que me peinen y me maquillen. - me avisó con un tono triste.

-No te preocupes, ve. Aunque hayan sido 10 minutos me dio mucho gusto poder escuchar tu voz. Gracias por llamarme, que tengas un bonito día. -le dije como despedida.