Si tú esperas por mí.

Capítulo 28. Inesperado.

A la mañana siguiente, me levanté muy temprano a arreglarme y posteriormente a preparar el desayuno.

Decidí preparar arroz con kimchi, tocino y huevo.
Serví 2 plantos y le dije a Do-Yeon que viniera a desayunar.

Cuando llegó a la mesa me agradeció por la comida y empezó a comer.
Pasaron unos cuántos minutos cuando decidió romper el silencio y decirme:

-Así que eran para él. -mientras miraba el plato y movía la comida con la cuchara.

-¿De qué hablas? -le pregunté.

-Los aretes que compraste, se los regalaste a Jimin, ¿no? -me dijo con una risita burlona.

-Ah, sí, los compré para él. -respondí serenamente como restándole importancia.

-¿Tanto te gusta? -me preguntó.

Estuve a punto de atragantarme con la comida cuando él agregó:

-Deberías superarlo y buscar a alguien con quien realmente puedas comenzar una relación algún día. Desperdiciarás tu juventud enamorada de un idol, tú mejor que nadie sabes que eso es una tontería. -me dijo con una expresión bastante seria.

No pude evitar reírme un poco, ya que dicho de esa forma realmente tenía mucho sentido, sin embargo, lo que para el mundo parecía "imposible" ya era algo posible para mí.

-No lo sé, soy muy feliz como estoy ahora. -le dije de manera despreocupada para que se detuviera.

-Bueno, yo solo te lo digo por tu bien. -respondió. -Tómalo como un consejo de alguien que se preocupa por ti.

-Tal vez lo haga, gracias Do-Yeon. -le dije y me levanté de la mesa.

Posteriormente nos fuimos a la empresa y tuvimos un día prácticamente normal. Di mi clase, salí unas horas después y luego regresamos juntos a casa.

Los siguientes 3 días se sintieron más cómodos, tal como cuando vivíamos juntos en casa de la tía Mi-So.

Decidí continuar yéndome a la misma hora que él a la empresa y preparar el material de la clase estando ahí, ya que de alguna forma me resultaba más sencillo, y, ocasionalmente, podía ver a Jimin por unos cuantos minutos, lo que hacía que valiera totalmente la pena.

Ese día, al llegar a la empresa me fui directamente a mi área, y al entrar al salón me encontré con la persona que me contrató quien al mismo tiempo, era quien pagaba mi sueldo.

-Buenos días señorita Nina. -respondió sonriente.

-¡Buen día!- respondí devolviéndole la sonrisa acompañada de una pequeña reverencia con la cabeza.

-Aquí traigo su pago, normalmente no hacemos estas cosas pero como usted ya es de confianza y la hemos visto trabajar muy duro, le pagaremos por adelantado. Espero que todo vaya bien para usted, ¡que tenga buen día! -dijo mientras dejaba un sobre en mi mesa y caminaba hacia la puerta.

-Muchas... ¿gracias? -respondí y ella salió de la sala.

Me encontraba completamente confundida. ¿Por qué me dijo eso? y ¿por qué me pagó por adelantado si yo no se lo pedí?
Mientras trataba de comprender lo que había pasado decidí revisar el sobre y me topé con la sorpresa de que me habían pagado el mes completo y había un dinero extra separado por un liga acompañado de una pequeña nota que decía "Bono por esfuerzo".

¿"Bono por esfuerzo"? No pude evitar ponerme a reír.
Es cierto que nunca antes había trabajado pero, no creo que un "Bono por esfuerzo" sea algo que realmente se de en las empresas, o por lo menos no de esta forma.

Continué pensándolo un poco más y de repente una idea llegó a mi cabeza...
Esto tuvo que haber sido obra de Jimin.
Yo no le había dicho nada a nadie sobre necesitar dinero para algo, solamente a él y Do-Yeon, pero creo que él no tenía ninguna manera de intervenir aquí.

¿Cómo lo hizo o qué es lo que habrá inventado para que me dieran esto?
No tenía idea, pero me resultaba bastante divertido, y a su vez, me ponía un poco nerviosa.

¿Los celos de Jimin lo habían llevado hasta aquí?
Debo confesar que me sorprendió el hecho de que hubiese aguantado casi 5 días y eso es que solamente restaban 2 más para completar la semana pero creo que en ese punto ya no pudo soportarlo.
Era tan torpemente tierno, demasiado como para evitar que eso llegara a molestarme, así que en ese momento yo solo podía sonreír.

Me senté en el escritorio a esperar que llegaran, cuando de repente entran a la sala.
Todos me saludaron muy sonrientes.
Habían traído algunas golosinas para comer mientras veíamos el capítulo de hoy; yo nunca les dije que lo hicieran, pero fueron tan lindos al traer algunas cosas para mí que no pude resistirme.

Durante la clase, Jimin intentaba esquivar mi mirada cada que podía, por lo que inmediatamente confirmé que lo del dinero había sido totalmente obra suya.

La verdad no sabía cómo debería actuar al respecto, pero solo por esta vez decidí que cedería y aceptaría su esfuerzo.
Así que, al terminar la clase, Jimin se acerca a mí con la mirada baja como si fuese a regañarlo, tan inocente y tierno.

-Gracias. -me limité a decirle acompañado de una sonrisa.

Rápidamente volteó a verme y pudo cambiar la carita de niño regañado por una preciosa sonrisa.
No necesitábamos decirnos más, ya que con eso fue suficiente para que ambos comprendiéramos lo que queríamos expresarle al otro.

-Entonces... ¿ya sabes a dónde vas a mudarte? -me preguntó mostrando curiosidad y alivio.

-Me parece que sí, ya había visitado un departamento antes, así que creo que me quedaré con ese. -respondí.

-¡Eso es excelente!, ¿cuándo planeas mudarte? -preguntó rápidamente.

-Posiblemente mañana, ya que debo firmar primero con el arrendador, así que eso será lo primero que haga saliendo de aquí.

-¡Me alegra escuchar eso! Espero que algún día me invites a conocer tu departamento.
Ya sabes, solo porque me gustaría saber que estarás en un lugar seguro. -me dijo con un poco de pena.

-Cuando quieras eres bienvenido. -le respondí.

-¿De verdad?, ¿qué te parece si voy mañana?
Tendré el día libre después de mucho tiempo. -me dijo emocionado.

¿¡Mañana!? Do-Yeon estaría conmigo ayudándome a acomodar mis cosas, así que posiblemente no sería una buena idea.
Sin embargo, ese sería el único día libre de Jimin, así que no podía decirle que no fuera.
Aunque, para ser sincera, no creí que en algún momento eso llegaría a pasar, ya que se lo dije sólo por cortesía, pero Jimin jamás desaprovechaba ninguna oportunidad.

-Esta bien, podrías ir por la tarde si gustas. -le respondí nerviosa.

-Estaré ahí a las 3. Sólo mándame la ubicación y veré cómo llego. -me dijo muy sonriente.

Vaya, ¿¡estaríamos los 2 solos en mi departamento por primera vez!?
Pensarlo me provocaba un poco de nervios, pero a la vez me generaba demasiada emoción ya que no solíamos pasar tiempo solos muy seguido, por lo tanto, esta sería apenas la segunda vez después de 1 mes de haber comenzado a ser novios.