El portal que el demonio abrió los llevo al único lugar que el consideraba seguro en ese momento, la terraza del edificio más alto de la ciudad, el lugar más cerca del cielo, lugar donde los Dimonis no irían ni siquiera por seguir órdenes.
Cayeron uno encima del otro, con el ángel al lado, y cuando el portal se cerró el incremento de poder que la sangre del humano le había dado al demonio se desvaneció, porque este había dejado de absorberla, separó sus labios de la piel del joven lentamente y entonces ambos se miraron a los ojos.—¿Como...—intentó preguntar el cazador pero antes de terminar el humano fue rápido con el ángel.
—Ven —dijo levantandolo un poco—. Bebe, vamos —le aconsejó acercandolo a su cuello.
—No —se negó el ángel—. Cazador llévame donde me dé la luz del sol, esta apunto de amanecer y eso me curará —afirmó mirando al demonio.
El cazador lo cargó y lo llevó al medio de esa terraza, entonces los primeros rayos del sol se vieron y al tocar la piel del ángel comenzaron a curarlo.
—Déjame aquí.... ve con el —dijo este mirando al joven que observaba a lo lejos.
—¿Estarás bien?
—Un ángel, creado de luz —sonrió— Recuerdalo.
El cazador lo dudó, y cuando este volvió a señalarle que se vaya, lo hizo, caminó hacia el humano pensando en que decirle, pero cuando se detuvo a su lado vio que la herida que le hizo seguía sangrando.
—Déjame cauterizar la mordida —dijo acercándose más y el joven volteo su rostro hacia el otro lado, dejando al cazador curarlo.
—Después de graduarnos y hacer nuestras pasantías, Liv y yo nos unimos a un grupo de médicos que viajaban ayudando a las personas de los pueblos más alejados de las grandes ciudades —mencionó entonces el humano apoyándose por el baranda, mientras el cazador continuaba cerrando su herida—. Un día tuvimos una cirugía de emergencia y no teníamos sangre para la transfusión, yo me ofrecí para hacerlo mientras ella continuaba con la cirugía y cuando mi sangre fluyó por el cuerpo de esa mujer comenzó a curar todas sus heridas, en ese momento ninguno podía creer lo que sucedía, pero no se lo dijimos a nadie, luego de unos meses al volver revisamos mi sangre, descubrimos que no es como la sangre común de un humano y aún después de todo el tiempo que ha pasado temo preguntarles a mis padres porqué.
—¿Qué es lo que te asusta? —cuestionó el demonio.
—Su respuesta —respondió el joven con la mirada baja.
—¿Por qué?
—No lo sé... aún no lo sé —afirmó y entonces miro al cazador—. Siento haberte mentido, supe desde el día en que nos conocimos el porque los Dimonis me seguían, es solo que no sabía como explicarlo, realmente no lo sabía.
—Lo entiendo —respondió el cazador mientras terminaba con la mordida.
—Pero también se que el día que curaste la herida en mi mano lo supiste, por lo menos lo sentiste y te quedaste callado.
—Tienes razón.
—¿Por qué?
—No... no lo sé.
—Estoy seguro que hay algo que no quieres decirme —afirmó el joven mirándolo—. Pero aún así me has estado protegiendo desde entonces y supongo que si no me lo dijiste fue por eso también.
En ese momento el demonio ya no sabía que responder, ciertamente su trabajo era protegerlo de los Dimonis, pero en algún punto dejó de ser solo eso, en algún punto comenzó a entrometerse aún más en lo que sucedía con ese humano, le estaba dando a su vida más importancia de la que le había dado a otra. Perdido en aquellos pensamientos ignoró que los ojos del joven estaban sobre el.
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Puro
FanfictionUn demonio que desprecia a los humanos, pero debe protegerlos, un humano con un gran corazón, y un secreto que los une mucho más de lo que creen, será el inicio de todo para ellos. 🚫Prohibida su adaptación o copia. ✅Historia original.